La saga Rocky es uno de los pilares del cine deportivo y una de las franquicias más influyentes en la cultura popular mundial. Desde su estreno en 1976, el relato del boxeador italoamericano Rocky Balboa, interpretado por Sylvester Stallone, no solo conquistó al público por su energía y emoción, sino por la fuerza de su mensaje: la perseverancia puede superar cualquier obstáculo.
A lo largo de siete películas protagonizadas por Stallone (desde Rocky hasta Rocky Balboa) y con la expansión de la franquicia a través de la trilogía Creed, el personaje ha evolucionado de un humilde peleador a una figura casi mítica. Las famosas escenas subiendo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia y las intensas secuencias de entrenamiento definieron un estilo propio. Más allá del boxeo, Rocky abordó temas como la superación personal, la lucha contra el fracaso, el orgullo y la redención.
United Artists
La saga no solo catapultó la carrera de Stallone, sino que también redefinió lo que podía ser una película deportiva: una historia humana cargada de emociones reales. Títulos como Rocky II, Rocky III (con la aparición de Mr. T como Clubber Lang), Rocky IV (y su mítico combate contra Ivan Drago) y Creed (protagonizada por Michael B. Jordan) han consolidado un legado cinematográfico que perdura hasta hoy, con una generación nueva que sigue encontrando inspiración en Balboa.
Ahora, ese legado tendrá una nueva dimensión con el desarrollo de I Play Rocky, una película que contará la historia real detrás de la creación del clásico de 1976. El filme estará dirigido por Peter Farrelly, conocido por su trabajo en Green Book, y explorará el camino lleno de dificultades que llevó a Stallone a escribir y protagonizar el papel que cambió su vida. La cinta se centrará en la etapa previa al éxito, cuando el actor era solo un desconocido luchando por una oportunidad en Hollywood.
United Artists
‘I Play Rocky’: La lucha real de Sylvester Stallone antes de convertirse en icono
El guion de I Play Rocky, escrito por Christian Baha y Peter Gamble, narra la historia de un actor con el rostro parcialmente paralizado y dificultades en el habla, que escribe un guion que atrae el interés de un gran estudio. Sin embargo, él pone una condición: no venderá la historia si no le permiten interpretarla. A pesar de las ofertas económicas que podrían haberle cambiado la vida, insiste en protagonizar su propio relato, arriesgándolo todo para mantenerse fiel a su visión.
El productor Toby Emmerich ha asegurado que, tal como ocurrió con Stallone en Rocky, se realizará una búsqueda internacional para encontrar a un nuevo talento que encarne al joven Sylvester. El objetivo es encontrar a un actor desconocido que, al igual que Stallone en su momento, solo necesite una oportunidad para demostrar su capacidad y conmover al público con su interpretación.