En los últimos años, el cine ha sido testigo de una serie de películas que rompen las barreras entre el terror, la ciencia ficción y la crítica social. Títulos como Mother! de Darren Aronofsky, Crímenes del futuro de David Cronenberg, Men de Alex Garland y Old de M. Night Shyamalan han descolocado a las audiencias con sus atmósferas perturbadoras, su estética simbólica y sus narrativas cargadas de angustia existencial. No son filmes fáciles de ver ni de digerir, pero su ambición los convierte en experiencias cinematográficas inolvidables.
Todas estas películas tienen algo en común: enfrentan al espectador con el lado más oscuro de la realidad cotidiana. Ya sea una casa en el campo, una playa paradisíaca o una ciudad del futuro, los espacios en que se desarrollan sus historias se transforman en auténticas prisiones mentales. En ese mismo tono se ubica Vivarium, un perturbador thriller de ciencia ficción que combina el terror psicológico con la sátira social más inquietante. Dirigida por Lorcan Finnegan y protagonizada por Jesse Eisenberg e Imogen Poots, esta joya del cine reciente está disponible en Amazon Prime Video.
Fantastic Films
‘Vivarium’: Cuando la pesadilla suburbana se convierte en ciencia ficción claustrofóbica
Vivarium comienza como una historia relativamente común: Gemma y Tom son una joven pareja en busca de su primera casa. Lo que parece un paso más hacia la vida adulta pronto se convierte en una pesadilla. Un extraño agente inmobiliario los lleva a un vecindario llamado Yonder, donde todas las casas son idénticas. En cuanto se adentran en una de ellas, el agente desaparece misteriosamente, y la pareja descubre que no pueden salir del lugar: cada intento de fuga los devuelve al punto de partida.
Lo que sigue es una espiral de angustia y desconcierto. Una caja con un bebé aparece en la puerta, acompañada de una única instrucción: “Críen al niño y serán liberados”. Gemma y Tom no tienen más opción que obedecer. Sin embargo, el niño no es normal: crece a un ritmo inhumano, imita voces y gestos con un tono inquietante, y se convierte en una presencia cada vez más siniestra. A medida que pasan los días, la monotonía del vecindario y la crianza forzada los desgasta emocional y mentalmente.
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Más allá de su premisa de ciencia ficción, Vivarium es una poderosa crítica a la vida suburbana y a la imposición de los roles tradicionales de familia. El vecindario perfecto, los colores saturados, la rutina sin fin y la crianza como una obligación desprovista de afecto conforman un retrato oscuro de los ideales de clase media. La película no busca ofrecer respuestas, sino crear incomodidad: el verdadero horror no proviene de criaturas o fantasmas, sino del sinsentido de una existencia encajada en moldes prefabricados.
Así que para quienes buscan una experiencia cinematográfica distinta, Vivarium es una opción que no se puede pasar por alto. Combina lo mejor del terror psicológico con una puesta en escena minimalista y elegante, y construye una parábola sobre la pérdida de identidad en un mundo que valora más la apariencia que la esencia. En tiempos donde lo inquietante se disfraza de normalidad, esta película se vuelve más actual y relevante.
