El cine de superhéroes se ha transformado en una auténtica mina de oro para los estudios. Desde que vimos a los Vengadores reunirse por primera vez o al mismísimo Caballero de la Noche enfrentarse al Joker de Heath Ledger, el género ha tenido momentos gloriosos que han hecho que las salas de cine vibren en todo el mundo. Por supuesto, no podrían quedar atrás clásicos como Spider-Man de Sam Raimi, con Tobey Maguire columpiándose por toda Nueva York.
Porque no todo lo del género es precisamente lo mejor del cine. En los últimos años, los espectadores han sido testigos de cómo la fórmula de la lucha entre el bien y el mal ha comenzado a desgastarse. Algunas historias simplemente no lograron el resultado esperado, como Morbius con Jared Leto, o Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que dejó a muchos más confundidos que emocionados. Pero aunque esas entregas tuvieron sus fallas, todavía hay una peor que logró una calificación de cero.
Lo más impresionante es que la película con la puntuación más baja en toda la historia del cine de superhéroes no pertenece ni a Marvel ni a DC. De hecho, la corona a la peor película del género se la lleva Max Steel, un fallido live-action que llegó en 2016 a la gran pantalla y que quiso subirse a la ola de los héroes, pero contrario a lo que se pensaba, terminó siendo un completo desastre.
ScreenRant
Basada en la línea de juguetes del mismo nombre, Max Steel intentó mezclar ciencia ficción, un protagonista juvenil y una historia de superhéroes, todo al mismo tiempo. El pobre desempeño de la película no resonó ni siquiera entre las personas que crecieron jugando con el personaje. Con un presupuesto de 10 millones de dólares, la cinta apenas rebasó los seis millones de dólares, quedando muy por debajo de la cantidad invertida.
La película estuvo a cargo de Stewart Hendler y protagonizado por Ben Winchell, quien da vida a Max, un adolescente que se fusiona con una entidad extraterrestre llamada Steel, obteniendo así superpoderes nunca terminan de explicarse bien. Lo curioso es que Max Steel tenía todo para al menos ser entretenida, pero la ejecución fue tan pobre que terminó siendo un ejemplo de cómo no hacer una película de superhéroes.
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Con una calificación de 0% en Rotten Tomatoes, Max Steel no logró convencer ni a absolutamente ningún usuario de la plataforma. El guion fue calificado como genérico, la acción como predecible, y la química entre los personajes como inexistente. Y aunque se había planeado como el inicio de toda una franquicia, al final del día, el estudio tomó la decisión de no realizar ninguna otra entrega del juguete.