Para muchas generaciones, Dragon Ball ha sido más que solo una serie animada, sino que se ha convertido en parte de su vida. Algunos crecieron junto al pequeño Goku en su nube voladora, mientras que para otros, su primer contacto fue con un musculoso Saiyajin que se enfrentó a Freezer y Cell en Dragon Ball Z, y ahora las nuevas generaciones están conociendo nuevas historias con Dragon Ball Daima. A lo largo del tiempo, esta franquicia se ha mantenido presente y siempre en las preferencias del público, sin importar nada más.
Pero a pesar de todas las transformaciones de Super Saiyajin o los villanos intentando destruir el mundo, hay algo que se ha mantenido desde que apareció por primera vez y que ha sido parte del corazón de Dragon Ball: el legendario kamehameha. Este poder ha sido invocado inumerables veces por Goku, convirtiéndose en su ataque insignia, sobre todo, cuando es momento de demostrar su fuerza. Lo que muchos no saben, es que esta técnica tiene un origen muy tierno y adorable.
Todos sabemos que Akira Toriyama, la mente detrás de Dragon Ball, era un maestro a la hora de crear, tanto así que tomaba inspiración de donde sea. Y aunque muchos elementos provienen de la imaginación de Toriyama, como Freezer que nació de una pesadilla que tuvo, el kamehameha provino de su esposa, y al mangaka le gustó tanto la idea que decidió incorporarla al anime como el ataque más famoso de todos.
Toei Animation
Yoshimi Kato, su pareja de vida, no sólo fue quien acuñó el término "kamehameha", sino que también lo acompañó en todo el proceso creativo para encontrar la icónica pose que Goku adopta antes de lanzarlo. Mientras Toriyama se quebraba la cabeza pensando en un nombre que sonara legendario para el ataque definitivo del Maestro Roshi (el primero en usarlo), ella le sugirió este curioso nombre que, en realidad, tiene raíces hawaianas.
Curiosamente, "kamehameha" es también el nombre de un rey de Hawái que fue muy famoso, ya que fue el responsable de unificar todo el conjunto de islas que hoy conforman este paradisiaco lugar. A Yoshimi le pareció que el término tenía un sonido fuerte y con mucha presencia, justo lo que Toriyama estaba buscando para una técnica que debía impresionar desde la primera vez que se viera en pantalla.
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Lo más bonito de todo esto es que detrás de uno de los momentos más conocidos del anime, hay una historia de pareja y de complicidad creativa. Akira Toriyama se inspiraba en todo lo que había alrededor de él, que también incluían a las personas cercanas a él. Estas y otras anécdotas son lo que le dan un toque aún más especial a Dragon Ball, una serie que, aunque está llena de peleas épicas, también tiene mucho corazón.
