Cuando se habla de las películas que marcaron un antes y un después en el mundo del cine, es imposible no nombrar a Titanic. Dirigida por James Cameron, la mente detrás de Terminator y Mentiras arriesgadas, esta joya del cine no sólo se convirtió en la película más taquillera del mundo por más de una década (hasta que llegó Avatar), sino que también rompió toda clase de récords y desató teorías sobre si el personaje de Leonardo DiCaprio cabía o no en la tabla junto a Kate Winslet.
Pero lo que no todos saben es que esta superproducción no se filmó ni en un país lejano ni en un set flotante sobre el Atlántico, sino que una gran parte de la aclamada cinta tuvo lugar en tierras aztecas. Específicamente, fue en Rosarito, Baja California, una de las playas más famosas al norte del país, que fungió como fondo de telón para Titanic. Hoy, a casi tres décadas después de su grabación, Rosarito luce muy distinta a como James Cameron y compañía la conocieron en los noventa mientras hacían historia.
ROSARITO, BAJA CALIFORNIA: LA PLAYA MEXICANA DEL 'TITANIC'
Antes de que Titanic se dirigiera directo al éxito, James Cameron tenía un gran problema: el cineasta necesitaba de un espacio enorme, cerca del mar, donde pudiera llevar a cabo construcciones para recrear las escenas de agua y hacerlas lo más realistas posible. Fue así como los ojos del director y del estudio Fox se posaron en Rosarito, Baja California.
Fox Studios
La inversión en Rosarito no fue cosa pequeña. Los estudios adquirieron 14 hectáreas en esta zona costera del municipio, donde levantaron uno de los sets más grandes en la historia del cine. Se construyó un enorme tanque de agua, se colocaron grúas, estructuras metálicas y parte del mismísimo Titanic en tamaño casi original, todo esto con el Océano Pacífico detrás para darle el toque final para que la ilusión fuera perfecta en pantalla.
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Conociendo a James Cameron, el cineasta no se anduvo con juegos cuando de trató de Titanic. El presupuesto fue de 200 millones de dólares, y de ahí 57 millones se destinaron para construir un estudio desde cero en Rosarito, hoy conocido como Fox Baja Studios, mismo que ha sido usado para otras superproducciones como Pearl Harbor y 007: El mañana nunca muere. Las cámaras comenzaron a rodar en septiembre de 1996 y no se apagaron hasta marzo del año siguiente.
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Hoy, más de 25 años después del estreno de Titanic, muchos se preguntan qué fue de ese lugar. Desde entonces, la playa de Rosarito ha cambiado mucho. Hoy, sigue siendo un destino turístico popular, lleno de surfistas, puestos de mariscos y una vibra relajada, aunque también es un lugar que guarda un pedacito de historia del cine. Muchos locales todavía recuerdan con orgullo el caos y la emoción que generó la llegada de James Cameron y su equipo.
