Cuando se trata de adrenalina pura, Netflix no decepciona. La plataforma ha demostrado ser un refugio sólido para los amantes de las películas de acción con títulos originales como Misión de rescate, protagonizada por Chris Hemsworth; El agente nocturno, que combina suspenso con espionaje; y Carter, una salvaje cinta surcoreana que se desarrolla casi en tiempo real. Todas estas obras han captado la atención del público por sus espectaculares escenas de combate y sus tramas cargadas de tensión.
Pero eso no es todo. También han brillado propuestas como El asesino, dirigida por David Fincher y protagonizada por Michael Fassbender, que apuesta por una acción más contenida y estilizada; Athena, una electrizante producción francesa sobre disturbios urbanos; y Havoc, la más reciente película de Tom Hardy. En este contexto, un nuevo estreno llega para demostrar que el género todavía tiene sorpresas por ofrecer.
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El thriller de acción que conquista Netflix a base de golpes y tensión
K.O. es el más reciente thriller de acción que ha irrumpido con fuerza en el catálogo de Netflix. Dirigida por Antoine Blossier y protagonizada por el peleador profesional de MMA. Ciryl Gane, esta película francesa ha conquistado rápidamente los rankings globales y nacionales de la plataforma. Con una duración de apenas 86 minutos, se presenta como un golpe directo de energía que no da respiro. Su historia gira en torno a Bastien, un luchador retirado que, marcado por la culpa tras haber matado accidentalmente a un oponente en el ring, es arrastrado de nuevo a la violencia para redimirse.
La misión que lo saca de su aislamiento es tan emocional como peligrosa: encontrar al hijo desaparecido de su excontrincante, un adolescente que se convirtió en informante tras presenciar un asesinato. En su búsqueda, Bastien se alía con Kenza, una jefa de policía con cuentas personales pendientes con los criminales de Marsella. Juntos se enfrentan a una red de mafiosos implacables, en una carrera contrarreloj que no deja espacio para el descanso.
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Uno de los grandes aciertos de K.O. está en su enfoque realista. A diferencia de otros productos similares que recurren en exceso al CGI o a cortes rápidos de edición, aquí las peleas se sienten auténticas y brutales. La presencia física de Ciryl Gane aporta verosimilitud a los combates, algo que ha sido elogiado incluso por críticos que señalan que la película no tiene el típico "brillo artificial" de tantas producciones de acción estadounidenses.
K.O. no pretende reinventar el género, pero sí respeta su esencia: entretener con intensidad y sin rellenos. Es una película pensada para quienes disfrutan de la acción cruda, los personajes atormentados y los escenarios urbanos marcados por el crimen. En medio de una cartelera de estrenos llamativos en cines (como Misión: Imposible - La sentencia final de Tom Cruise) esta joya francesa demuestra que a veces no hay que salir de casa para recibir un buen puñetazo cinematográfico.
