En 2010, Alfonso Cuarón se encontraba desarrollando Gravity, como una ambiciosa película de ciencia ficción que terminaría marcando un antes y un después en su filmografía. Sin embargo, durante las primeras etapas del proyecto el director mexicano había fichado a dos de las mayores estrellas de Hollywood para los papeles protagónicos: Robert Downey Jr. y Angelina Jolie, quienes se incorporaron oficialmente en marzo de ese año a sus papeles, cuando la producción apenas despegaba.
Por desgracia, Angelina Jolie fue la primera en abandonar el barco, ya que estaba prevista para interpretar a la doctora Ryan Stone, pero decidió alejarse del proyecto para centrarse en otros compromisos profesionales, incluyendo su debut como directora. Esto dejó el camino libre para que Sandra Bullock se uniera al elenco, en lo que terminaría siendo una de las actuaciones más recordadas de su carrera.

Por su parte, Robert Downey Jr. permaneció vinculado al filme algunos meses más, y aunque estaba previsto que interpretara al astronauta Matt Kowalski -el personaje que acompañaría a la protagonista en su odisea espacial-, en noviembre de 2010 sorprendió al equipo al anunciar su salida del proyecto. Su decisión estuvo motivada por la llegada de How to Talk to Girls, que era una comedia dirigida por Shawn Levy y paradójicamente nunca se concretó ni entró en producción.
El espacio que dejó su salida fue rápidamente ocupado por George Clooney, quien asumió el papel con naturalidad y profesionalismo, aportando calidez, madurez y carisma a la cinta, que resultaron fundamentales para equilibrar la tensión emocional de la historia. Además, la química con Bullock fue notable y, en definitiva, la dupla final consolidó el tono íntimo y humano que tanto nos conquistó en Gravity.

Tiempo después, Robert Downey Jr. habló públicamente sobre su decisión de dejar el proyecto durante una entrevista con el periodista Howard Stern, ofreciendo su versión de los hechos y compartiendo algunos detalles sobre cómo vivió su salida de una película que terminaría siendo histórica.
Fui a hacer una prueba con un nuevo tipo de cámara que usaban para hacer toda la CGI y -sinceramente- soy de los que se incomodan fácilmente. Lo hicimos durante unos veinte minutos, y pensé: "Esto es una locura. ¿Cuánto tiempo más?". Me dijeron: "Van a ser de dos a cuatro horas", y yo dije: "¡Ni hablar!". Hay que poner límites. ¡Sal antes de que te vuelvas loco!"
A pesar de los cambios inesperados, Gravity terminó siendo un fenómeno tanto crítico como comercial. Recaudó más de 700 millones de dólares en taquilla y fue galardonada con siete premios Oscar, entre ellos Mejor Dirección para Cuarón.
