Cuando se menciona Crepúsculo, instantáneamente surgen los debates intensos, entre si Bella debió quedarse con Edward o Jacob. La saga vampírica que definió una generación también lanzó al estrellato a Kristen Stewart, quien como la chica que llega a Forks, Washington conquistó a millones. Por otro lado se encontraba Robert Pattinson, quien con su mirada penetrante y misteriosa, se transformó en el ídolo de todos.
Pero antes de brillar con colmillos, Kristen tuvo un debut menos glamuroso en una película que salió mal desde que quiso adaptar la caricatura más icónica de la Edad de Piedra. Años atrás, lejos de dramas profundos como Spencer, Kristen apareció como extra sin acreditar en Los Picapiedra: Viva Rock Vegas en los 2000. Esta película buscaba ser una precuela divertida al estilo live-action de los dibujos animados de Hanna-Barbera.
Criticada por su humor forzado y por no conectar con la nostalgia de los fans, la película pasó sin pena ni gloria. Kristen, por su parte, apenas aparece por segundos, lanzando aros en una feria de piedra. Ella misma bromeó tiempo después que "no hizo mucho esfuerzo" en las tomas. Con un costo de 83 millones de dólares, Los Picapiedra: Viva Rock Vegas apenas recaudó 59 a nivel mundial, lo que la convirtió en un fracaso de la taquilla.
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Pero la verdadera historia comienza ahí. De ser un extra sin palabra alguna, Kristen saltó a papeles más sólidos que le abrieron paso en su trayectoria. Su primer gran rol fue en La habitación del miedo en 2002, junto a Jodie Foster, donde demostró que tenía talento y presencia. El cambio radical la transformó y luego llegaron más historias como Zathura, y por supuesto, las novelas de Stephenie Meyer.
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Hoy, Kristen ya no es solo la chica que enamoró al vampiro Edward: es directora, productora, figura de la moda, y una de las actrices más versátiles de su generación. Pero como muchos, ella jamás olvida sus inicios, donde por un par de segundos estuvo con un disfraz de piedra en una película que casi nadie recuerda.
