“La mejor película de la historia”: Quentin Tarantino se enamoró del cine gracias a esta película que vio en su infancia
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

El director de ‘Pulp Fiction’ y ‘Kill Bill’ ha citado muchas influencias a lo largo de su carrera, pero hubo una película que lo hizo enamorarse del cine cuando era niño. Una mezcla de comedia y terror que sigue siendo su mayor referente.

Para muchos cinéfilos, como lo sugieren Giuseppe Tornatore (en Cinema Paradiso), Steven Spielberg (en Los Fabelman) y Kenneth Branagh (en Belfast), la pasión por el cine comienza con una experiencia infantil: una película que se queda grabada en la memoria y marca el inicio de una devoción que perdura toda la vida. Algunos espectadores se quedan atrapados en mundos fantásticos, otros en personajes inolvidables o en la magia de un género en particular. Lo cierto es que ese primer flechazo suele dejar una marca imborrable.

En el caso de Quentin Tarantino, uno de los cineastas más influyentes y singulares del cine posmoderno. esa primera película no fue una historia de gangsters ni un western violento. Fue, curiosamente, una comedia de terror estrenada en 1948, protagonizada por un dúo cómico legendario. Aun así, su amor por ese filme le permitió descubrir la riqueza del lenguaje cinematográfico y la potencia del cruce entre géneros. Aquella experiencia infantil lo encaminó, sin saberlo, hacia el estilo que lo definiría décadas más tarde.

Kill Bill Volumen 1
Kill Bill Volumen 1
Fecha de estreno 28 de noviembre de 2003 | 1h 52min
Dirigida por Quentin Tarantino
Con Uma Thurman, Sonny Chiba, Lucy Liu
Medios
3,7
Usuarios
3,2
Streaming

La inesperada película que hizo que Tarantino amara el cine desde niño

Antes de revolucionar el cine independiente con Perros de reserva en 1992, Tarantino era un joven obsesionado con las películas. Pasó años trabajando en el videoclub Video Archives en California, donde desarrolló su vasta cultura cinematográfica recomendando cintas a los clientes y absorbiendo conocimientos como una esponja. Pero su amor por el cine había comenzado mucho antes, cuando vio por primera vez Abbott and Costello Meet Frankenstein, una película que, según sus propias palabras, lo marcó profundamente.

“Mi película favorita cuando era un niño muy, muy pequeño era Abbott and Costello Meet Frankenstein”, confesó Tarantino en una entrevista recuperada en la serie documental Iconoclasts. “Amaba las películas de monstruos y las comedias, y esta tenía ambas cosas. Era muy graciosa cuando Abbott y Costello estaban en pantalla, pero cuando ellos no estaban, la película se tomaba muy en serio.” Esa dualidad fue lo que capturó su atención infantil y lo hizo regresar a verla una y otra vez.

Universal Pictures International

La película, que mezcla el humor clásico del dúo con el terror de monstruos icónicos como Drácula, el Hombre Lobo y Frankenstein, fue una revelación para el joven Quentin. “Recuerdo haber pensado: ‘Estas son las mejores películas del mundo, cuando tienen que ser graciosas lo son de verdad, y cuando tienen que dar miedo, también lo logran’. No podía creer que existieran películas así. Esta era, para mí, la mejor película de la historia”, relató con entusiasmo.

A través de esa experiencia, el director de Pulp Fiction y Kill Bill comenzó a reconocer los géneros cinematográficos y a entender cómo podían convivir en una misma obra. “Incluso siendo un niño pequeño, ya hacía distinciones de género. Me daba cuenta de que existían distintos tipos de películas, y me gustaba cómo se podían mezclar. Eso me parecía algo muy emocionante.” Esa mezcla de estilos, que en su infancia le parecía mágica, sería una constante en su obra futura.

facebook Tweet
Te puede interesar