En el universo tan vasto y diverso de Disney hay espacio para todos: princesas legendarias como Blancanieves y Cenicienta, héroes carismáticos como Hércules y Aladdin, e incluso también hay espacio para esos villanos que tienen más estilo que maldad como Cruella o la inolvidable Maléfica. Desde hace décadas, la Casa del Ratón ha moldeado la infancia de millones con historias que nos hacen cantar, llorar y soñar con un "vivieron felices para siempre", que ahora se pueden disfrutar sin límites por la plataforma de Disney+.
Sin embargo, no todas las producciones de Disney han tenido el mismo trato especial. Mientras que algunas cintas tuvieron el estatus de "obra maestra" desde las primeras pinceladas y recibieron presupuestos casi ilimitados y campañas de publicidad gigantescas, otras no. Algunas películas que parecían condenadas al olvido antes incluso de llegar a los cines, pero lo curioso es que muchas veces, esas cintas son justo las que terminan conquistando el corazón del público de forma inesperada.
Tal es el caso de una joya animada que, aunque al principio fue tratada como el "patito feo" del estudio, hoy es considerada un clásico moderno: El rey león, una de las películas más queridas de toda la historia de Disney, esa misma con la que todos lloramos y cantamos "Hakuna Matata". Si bien hasta ganó Premios Oscar en las categorías de Mejor banda sonora y Mejor canción original, lo que pocos saben es que, al principio, esta película no contaba con el respaldo total del estudio.
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Mientras los animadores estrella trabajaban en Pocahontas, que parecía la apuesta fuerte, El rey león era vista como un proyecto menor. Incluso muchos pensaban que sería un simple experimento del estudio. Lo cierto es que lo inesperado ocurrió con su estreno en 1994 cuando El rey león rompió récords de taquilla, con más de 960 millones de dólares, dejando una huella profunda en la cultura popular.
Lo más interesante de todo es pensar en cómo algo que fue menospreciado en su inicio terminó por definir a toda una era de Disney. Los animadores que trabajaron en El rey león hicieron cada escena con el corazón, algo que se nota. Todos los detalles, desde la animación de la sabana africana hasta la música compuesta por Hans Zimmer y Elton John, tiene una fuerza incomparable. Por supuesto, parte del encanto de El rey león es su capacidad de tocar temas complejos como la pérdida, la identidad y el sentido del deber.
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Hoy, a casi 30 años de su estreno, El rey león sigue siendo un pilar fundamental del legado Disney, algo que hace difícil de creer que al principio nadie apostaba por ella. Pero así es la magia, incluso la de Disney, donde a veces, las obras maestras nacen justo en los lugares donde nadie las esperaba.