Durante los últimos años el cine mexicano ha triunfado en Netflix gracias a la practicidad de la plataforma, y al alcance global que las películas dentro de su catálogo suelen obtener. Por lo tanto, no es extraño que títulos como Ya no estoy aquí, Noche de fuego y Roma hayan captado la atención de la crítica y del público internacional, demostrando la riqueza narrativa, estética y social de las historias hechas en México.
Y como dicha ola de reconocimiento también ha servido para revalorar los clásicos, nos encontramos con que Netflix también ha servido para que nuevas generaciones se acerquen a películas esenciales que marcaron época y cambiaron el rumbo del cine latinoamericano.
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Una figura clave dentro de este fenómeno es Gael García Bernal, que es uno de los actores mexicanos más destacados en la escena internacional. A través de la plataforma, el público ha podido disfrutar de varios proyectos donde participa -como Chicuarotes, Me estás matando, Susana o Museo- por lo que su presencia en el streaming siempre eleva la conversación y refleja la calidad del cine que ambos representan.
Por lo tanto, vale la pena hablar de una cinta estrenada en el año 2000 y dirigida por Alejandro González Iñárritu, donde el actor no solo acompañó el debut cinematográfico de Iñárritu sino que marcó un punto crucial de su carrera junto al cine mexicano. A través de tres historias entrelazadas por un accidente automovilístico, la película explora temas como el amor, la pérdida, la violencia y la lealtad, bajo una mirada cruda y profundamente humana.
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Bajo el grandioso título de Amores perros, dicha producción posee una estética realista con un guion impecable, mismos que le valieron una nominación al Oscar para Mejor película extranjera, y múltiples premios en Cannes.
Si aún no la has visto, o si quieres volver a sentir su fuerza, Amores Perros está disponible en Netflix como una joya del cine mexicano que también nos recuerda por qué contar buenas historias siempre será relevante.