Hay películas que llegan cargadas de expectativa, efectos especiales y un reparto espectacular una historia que suena a que se convertirá en clásico instantáneo, como Titanic, Jurassic Park y Avengers: Endgame. Sin embargo, hay otras con los mismos elementos que, por alguna razón, no terminan de encantar a todo el mundo. A veces el público espera algo diferente, la crítica se pone en modo exigente y lo que debía ser una ovación de pie se convierte en una especie de aburrimiento generalizado. Pero con el tiempo, en especial en la era del streaming, esas mismas películas encuentran su lugar.
Al hablar de grandes producciones, de esas que se sienten como auténticos eventos cinematográficos más que como simples películas, hay una en particular que marcó un antes y un después en el cine de principios del 2000. Esta cinta que lo tenía prácticamente todo: dioses, héroes, traiciones, peleas monumentales y, por supuesto, a Brad Pitt en modo guerrero griego con un físico de otro planeta. Hoy esta película de culto merecen una segunda oportunidad, y está tanto en HBO Max como en Prime Video.
La cinta en cuestión es Troya, la versión cinematográfica de 2004 de "La Ilíada" de Homero, llevada a la pantalla por el director Wolfgang Petersen con toda la ambición del mundo y un desempeño visual impactante. Esta historia basada en una de las epopeyas más legendarias de todos los tiempos, tuvo un presupuesto gigantesco, y un reparto que incluía a figuras como Eric Bana, Orlando Bloom y Diane Kruger.
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En su momento, la película fue recibida con opiniones mixtas. Algunos decían que era demasiado larga, mientras que se tomaba demasiadas libertades respecto al texto original. Pero el paso del tiempo, el público, en especial los que consumen en streaming, le han dado una nueva perspectiva, calificando a Troya como una de las películas más épicas que nos dejó esa década.
En Troya, Brad Pitt interpreta a Aquiles, el legendario guerrero que parece invencible con una destreza en el campo de batalla. Su enfrentamiento con Héctor (Bana), dio lugar a uno de los duelos cuerpo a cuerpo más dignos de la historia del cine, con escenas que fueron comparadas con Gladiador. Pero lo mejor, para muchos, es cómo cinta logró capturar ese espíritu de grandeza que caracteriza a los relatos mitológicos.
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Desde los muros de la ciudad de Troya hasta los conflictos internos de cada personaje, todo está llevado al límite. Y aunque no hay dioses en pantalla, una decisión creativa que eliminó los elementos sobrenaturales del texto original, el drama humano, la pasión y la tragedia están tan bien construidos que no hacen falta Zeus con rayos ni truenos para sentir el peso de la historia.
Troya es una película que tal vez no fue completamente comprendida en su estreno, pero que con los años, se ha ido ganando su lugar como uno de los grandes relatos cinematográficos sobre guerra, poder y destino. Lo mejor de todo es que ahora puedes disfrutarla tanto en Prime Video como en HBO Max, así que ya no hay excusas para no sumergirte en esta historia clásica.