Hay películas que te hacen sentir como si estuvieras flotando en el espacio, con la respiración contenida, viendo cómo se desdobla el universo frente a tus ojos. Por un lado, hay obras como Interestelar de Christopher Nolan, que te dejan filosofando sobre el tiempo, los agujeros negros y el amor como fuerza universal. Y por el otro, se encuentran joyas como Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, que nos enseñó a temer a los pasillos oscuros de una nave espacial y a nunca confiar en criaturas que parecen inofensivas al principio. Ambas son clásicos indiscutibles del género, y para muchos, insuperables.
Pero, como todo puede pasar en el séptimo arte, existe una cinta que combina lo mejor de esas dos joyas. Suspenso claustrofóbico, drama existencial y efectos visuales impresionantes, son tres elementos que dieron como resultado una experiencia galáctica que puedes ver ahora mismo en Amazon Prime Video. Para muchos, película podría ser descrita como la mezcla perfecta entre Alien e Interestelar, pero lo más curioso de todo es que no viene de Hollywood.
La cinta se llama Géminis: El planeta oscuro, y aunque suene a un proyecto más de la meca del cine estadounidense, en realidad es una producción rusa. No es un blockbuster firmado por un Nolan, un Denis Villeneuve o un James Cameron, sino una propuesta de ciencia ficción que salió directamente de Rusia y que fue una de las películas espaciales más ambiciosas y costosas de su país en 2022.
Prime Video
En Géminis: El planeta oscuro, la Tierra se enfrenta a la extinción debido a un virus, pero se abre un rayo de esperanza cuando se descubre un nuevo dispositivo que ofrece una forma de crear vida. El siguiente paso es elegir un equipo para viajar un planeta distante para adaptarlo a los humanos y el elegido es TESS, un sistema que tiene más o menos las mismas condiciones atmosféricas que nuestro planeta. Allí, el equipo comenzará el proceso de "terraformación" utilizando el dispositivo, para que la humanidad tenga la oportunidad de vivir.
Sin embargo, el equipo no puede llegar a TESS y, en cambio, terminan en otro planeta, que es aún más similar a las condiciones de la Tierra. En el llamado "Géminis: El Planeta Oscuro", se preparan para comenzar la adaptación, sin saber que algo amenazante acecha dentro de su nave, algo que ha salido del propio dispositivo. Lo que sigue es la carrera contrarreloj del equipo para completar su misión mientras se enfrentan a una muerte inminente.
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La cinta juega con muchos elementos clásicos del sci-fi: exploración, soledad, contacto extraterrestre, y ese clásico dilema de si estamos preparados para lo desconocido. Pero también tiene ese toque ruso particular: más oscuro, más melancólico, más directo. No es una copia de Hollywood, sino una visión distinta que resulta refrescante para los que ya estamos acostumbrados a las fórmulas de siempre.
Si estás buscando algo distinto, si ya viste Duna, Niños del hombre, Gravity y demás favoritos de la ciencia ficción moderna, Géminis: El planeta oscuro es una opción ideal. No sólo por la historia, sino porque demuestra que el buen cine de ciencia ficción puede venir de cualquier parte del mundo, y no siempre necesita un elenco de estrellas o una campaña millonaria para brillar.
