Las películas de asesinos seriales han dejado una huella profunda en la historia del cine por su capacidad de explorar los rincones más oscuros de la mente humana, con películas destacadas de este género como Zodiaco, Seven: los siete pecados capitales y Hannibal.
A través de tramas inquietantes y personajes complejos, este tipo de historias no solo despiertan morbo o tensión, sino que también plantean preguntas sobre la psicología y lo que hay detrás de cada personaje. Además, muchas de ellas han consolidado el prestigio de actores dentro del género. Tal es el caso de Christian Bale, quien el año 2000 entregó una de las mejores interpretaciones de un asesino serial, pero para llegar a lograr tal actuación no fue un trabajo de la noche a la mañana pues el actor tuvo que recurrir a una interesante investigación.
Psicópata Americano sigue la historia de Patrick Bateman, un hombre joven, apuesto y millonario quien en su día a día está completamente obsesionado con el éxito y la perfección, incluso en el más mínimo y absurdo detalle. Es un hombre que se esfuerza por reprimir su ego y soberbia psicopática en la sociedad, ya que la necesidad de competencia lo apodera, buscando ser una figura casi inalcanzable en el mundo de Wall Street. A pesar de esto logra aparentar ser una persona encantadora y carismática, nadie jamás se imaginaría la oscuridad que hay dentro de él pues conforme las obsesiones crecen Patrick se enfrenta a sus más violentas y sangrientas fantasías.
Lionsgate Films
Bale llevaba mucho tiempo buscando la inspiración perfecta para encarnar a Patrick Bateman. Estudió y consumió obsesivamente autobiografías y videos de psicópatas pues quería construir al asesino serial definitivo, pero no lograba encontrar el punto exacto que el personaje requería.
Era una noche de 1999 cuando Bale prendió su televisor y en él estaba The Late Show con David Letterman entrevistando a nada más y nada menos que al actor de Misión Imposible: Tom Cruise. En ella Tom comienza a narrar una anécdota, en la que cuenta cómo él se encontraba piloteando una nave en conjunto de un copiloto y otro acompañante que iba en la parte de atrás. Entre risas exageradas y casi malévolas Cruise menciona que le pareció divertido provocar el desmayo del sujeto de atrás.
Letterman
Para lograr esto realizó una maniobra en la que subió en vertical a una altura suficiente para dejarlo sin oxígeno, pues él no llevaba mascarilla de oxígeno a diferencia de Tom y el copiloto. Tom parece no tener ningún sentido de arrepentimiento o dimensión del peso que tuvo esa “broma” y el conductor se nota en un principio desconcertado e incluso sin reírse.
En ese momento fue cuando Christian Bale supo que había encontrado al ejemplo perfecto para construir el personaje de Patrick Bateman. Una inspiración inesperada pero perturbadora.
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