Michael Douglas es uno de esos actores que no necesitan presentación. A lo largo de su carrera ha interpretado a villanos irresistibles, héroes complejos y personajes que se quedaron grabados para siempre en la memoria del público. De su trayectoria saltan a la vista títulos como Atracción fatal y Bajos instintos, que definieron el thriller erótico de los 80 y 90, y dramas intensos como Wall Street, que le dio el Oscar a Mejor Actor, o Atrapado sin salida, que reafirmó su lugar detrás de la pantalla.
Con una carrera así de grande, cualquiera podría pensar que Douglas no tendría grandes arrepentimientos. Si bien ha trabajado con directores legendarios, ganado premios importantes y protagonizado películas que siguen siendo referencia décadas después, incluso las estrellas más grandes como Douglas tienen momentos en los que piensan qué habría pasado si hubiesen elegido un camino distinto.
La decisión de Michael Douglas que no lo deja dormir tiene que ver con una de las producciones más exitosas de Disney en los últimos años. Fue durante una entrevista en The Late Late Show de James Corden que el aclamado actor reveló que rechazó un papel en una superproducción animada que, según él, le habría generado más ingresos que cualquier otra película en su carrera. Y la cinta en cuestión es nada menos que Frozen: Una aventura congelada.
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Y sobre el personaje que Douglas habría dado vida, no dio demasiados detalles sobre cuál habría sido, pero los fans no tardaron en sacar teorías. La más frecuentes apuntan a que podría haberse tratado de Olaf, el muñeco de nieve más carismático y querido del universo Disney en la última década. Aunque la voz del tierno mono helado terminó siendo de Josh Gad, muchos no pueden evitar imaginar cómo habría sonado con el inconfundible tono de Douglas.
Frozen fue un fenómeno global y recaudó más de 1 280 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la película animada más taquillera de su momento. Además, dio pie a una secuela igualmente millonaria, apariciones en parques temáticos, mercancía para todos los gustos y hasta un musical de Broadway. Básicamente, cualquier persona involucrada en la producción terminó siendo reconocimiento y recibiendo muchas regalías.
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La historia de Douglas se suma a una larga lista de actores que rechazaron proyectos que luego se volvieron icónicos. Sean Connery dijo no a Gandalf en El Señor de los Anillos, Will Smith prefirió no ser Neo en Matrix, y Emily Blunt estuvo a punto de interpretar a Black Widow en el Universo Marvel. Hollywood está lleno de estos giros inesperados que demuestran que, por más experiencia que tengas, predecir un éxito no es tarea fácil.
