En 1988, Michelle Pfeiffer trabajó por primera vez con el director Jonathan Demme en la comedia criminal Casada con la mafia. En esta cinta interpretó a Angela De Marco, la viuda de un mafioso interpretado por Alec Baldwin, que intenta rehacer su vida lejos del mundo del crimen organizado. La química entre actriz y director fue evidente, y Demme quedó tan impresionado con su actuación que quiso que protagonizara su siguiente proyecto, una adaptación de la novela El silencio de los inocentes, de Thomas Harris.
El insólito motivo que alejó a Michelle Pfeifeer de ‘El silencio de los inocentes’
Como se sabe, finalmente el papel de la agente del FBI Clarice Starling fue interpretado por Jodie Foster. La película narra la historia de una joven investigadora que recurre a un astuto y peligroso asesino caníbal, Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), para capturar a otro asesino en serie. El filme fue un fenómeno mundial: recaudó más de 272 millones de dólares con un presupuesto de apenas 19 millones y se convirtió en un referente cultural. Además, logró la hazaña de ganar los cinco premios principales de la Academia.
Orion Pictures
Lo sorprendente es que Pfeiffer fue la primera opción de Demme para encarnar a Clarice, pero rechazó la propuesta. Lejos de arrepentirse, explicó que la razón fue su incomodidad con el tono oscuro y los temas homicidas del guion. En una entrevista con The New Yorker en 2021, confesó que la historia le parecía “demasiado malvada” y que no quería ser parte de una obra con ese nivel de violencia y desesperanza.
La actriz ha sido reconocida a lo largo de su carrera por su capacidad para elegir sus proyectos con cuidado. Durante años fue una de las intérpretes más solicitadas de Hollywood y recibió múltiples ofertas que decidió rechazar. Entre ellas estaba también el papel de Virginia en Bugsy, que terminó en manos de Annette Bening y que marcó el inicio de su relación con Warren Beatty. En ambos casos, Pfeiffer mantuvo sus principios por encima de la oportunidad.
Warner Bros.
Sobre El silencio de los inocentes, la también actriz de Caracortada y La edad de la inocencia, fue clara: no se trataba de un conflicto de agenda, sino de una negativa rotunda. Para ella, el problema residía en el mensaje final de la película, donde percibía que el mal triunfaba. No quería contribuir a difundir una visión tan sombría del mundo, aunque esto significara dejar pasar la oportunidad de trabajar nuevamente con Demme.
En lugar de participar en el thriller, Pfeiffer eligió protagonizar Frankie y Johnny, una comedia romántica dirigida por Garry Marshall junto a Al Pacino. Aunque la película no fue un éxito de taquilla, le permitió explorar un registro más luminoso y cercano. Poco después, asumiría el icónico papel de Catwoman en Batman regresa, logrando un gran éxito comercial y uno de los personajes más recordados de su filmografía.