Como bien dicen por ahí, los clásicos nunca mueren. Basta con ver cómo, décadas después de sus estrenos, películas como El resplandor, El silencio de los inocentes, Titanic o Atrapado sin salida siguen apareciendo en listas de lo mejor del cine, mientras enganchan a nuevas generaciones. Estas y otras cintas no necesitan de efectos especiales modernos ni campañas de marketing millonarias para mantenerse vivas. Todas ellas tienen algo que trasciende: una historia inolvidable, personajes icónicos y escenas que se quedan tatuadas en la memoria.
Lo cierto es que muchos de estos títulos, pese a su edad, hoy se pueden disfrutar con un clic desde la comodidad de casa. Y entre ellos hay uno que todos deberían de ver al menos una vez en su vida. Se trata de una de las películas bélicas más icónicas de la historia, que además combina drama, romance y un elenco que fue una auténtica constelación de estrellas. Lo mejor es que puedes alquilarla en Amazon Prime Video o en Apple TV+, perfecta para una noche de cine en casa donde quieras sentirte parte de la historia del séptimo arte.
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Estrenada en 1953, hace más de 70 años, De aquí a la eternidad, continúa siendo un ejemplo de cómo hacer buen cine. La película no sólo arrasó en taquilla, también conquistó a la crítica y se llevó la impresionante cifra de ocho premios Oscar, incluyendo Mejor Película. Y aunque han pasado décadas, hoy sigue siendo recordada por una escena que pasó a la cultura pop: el apasionado beso en la playa entre Burt Lancaster y Deborah Kerr, con las olas rompiendo alrededor.
Pero De aquí a la eternidad no es sólo ese beso. Su grandeza radica en que mezcla un drama militar con retratos profundamente humanos. Ambientada en Hawái, poco antes del ataque a Pearl Harbor, la película sigue a un grupo de soldados que lidian con conflictos personales mientras la tensión bélica crece en el horizonte. Lo interesante es que, aunque el telón de fondo es la guerra, la trama se centra en las relaciones, los amores prohibidos, los dilemas éticos y las luchas internas de cada personaje.
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El reparto fue otro de sus grandes aciertos. Burt Lancaster interpreta al sargento Warden, un hombre duro por fuera pero vulnerable por dentro. Deborah Kerr sorprendió al público de la época con un papel mucho más arriesgado de lo que acostumbraba, interpretando a Karen, la esposa de un oficial que se involucra en una relación extramarital. Y por supuesto, Frank Sinatra, en un papel que revitalizó su carrera, se llevó el Oscar como Mejor Actor de Reparto por su interpretación de Maggio, un soldado rebelde y entrañable.
La película fue valiente para su tiempo. Tocó temas que en los años 50 eran delicados: infidelidad, brutalidad dentro del ejército, injusticias en la jerarquía militar y la presión por ajustarse a las normas. Y todo lo hizo sin perder el equilibrio entre el drama y los momentos íntimos, con una capacidad de ir más allá del género bélico y retratar la condición humana.
Y si todavía dudas en darle reproducir, debes saber que De aquí a la eternidad fue una de esas películas que cambiaron el cine para siempre: Sinatra pasó de estar en un momento complicado a renacer en Hollywood; Kerr rompió con la imagen de "dama en peligro"; Montgomery Clift se consolidó su estilo intenso y naturalista; y Lancaster se inmortalizó como uno de los grandes del cine. Todo eso en una sola película que hoy es un referente obligado.
