En Hollywood existen figuras que, por su trayectoria, talento y magnetismo en pantalla, han alcanzado el estatus de verdaderas leyendas vivientes. Actores como Anthony Hopkins, Michael Caine, Al Pacino, Robert De Niro y Jack Nicholson han marcado su estilo en la industria cinematográfica y, aún hoy, continúan siendo referentes indiscutibles para las nuevas generaciones de intérpretes y cinéfilos.
Estas leyendas no solo representan décadas de cine, sino también la evolución de un arte que se reinventa constantemente. Sus carreras están llenas de personajes memorables, premios y colaboraciones con directores fundamentales de la historia del séptimo arte. Sin embargo, no todos los actores legendarios mantienen el mismo entusiasmo por el cine como espectadores, y un claro ejemplo de ello es Denzel Washington, quien sorprendió recientemente con una declaración inesperada.
Cansado del cine tras más de 40 años de carrera
Durante una entrevista con GQ en compañía de su director Spike Lee y el rapero A$AP Rocky, con quienes comparte créditos en la película Highest 2 Lowest, Denzel Washington confesó que ya no ve películas. El actor, ganador de dos premios Oscar y con más de 40 películas en su haber desde su debut en 1981 con Carbon Copy, aseguró de manera tajante: “No veo películas, hombre. No voy al cine. Estoy cansado de las películas”.
La revelación dejó atónitos a muchos, sobre todo porque Washington ha sido parte esencial del cine durante más de cuatro décadas. Cuando Spike Lee le preguntó cuántas películas había hecho, el actor respondió con humor y resignación: “Demasiadas. Creo que 50”. Esa cifra refleja no solo su dedicación, sino también el peso de una carrera marcada por proyectos intensos, personajes complejos y colaboraciones inolvidables.
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El verdadero valor de la actuación según Denzel Washington
Highest 2 Lowest representa la quinta colaboración entre Washington y Lee, después de títulos emblemáticos como Mo’ Better Blues, Inside Man, He Got Game y Malcolm X. De hecho, con Malcolm X recibió una nominación al Oscar que, según Lee, debió haberse traducido en victoria. Aun así, Washington nunca ha perseguido los premios como meta central de su carrera.
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En entrevistas previas, el actor ha sido claro sobre su relación con los galardones: “No lo hago por los Oscar. No me interesa ese tipo de cosas. Hay veces en que gané y no debí haber ganado, y otras en que no gané y debí haberlo hecho. El hombre da el premio, Dios da la recompensa”. Una postura que refuerza su filosofía de trabajo, centrada en la integridad artística y en la fe personal más que en los reconocimientos externos.