"Se convertirá en un gigante": hace 28 años, este actor pudo convertirse en el nuevo Robin Williams, pero el destino quiso lo contrario
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Este actor no tuvo tiempo de convertirse en el nuevo Robin Williams, pero sí dejó claro que tenía el potencial. Su nombre sigue siendo sinónimo de risas y de un talento brutal que no conocía límites.

Hablar de Robin Williams es hablar de una leyenda. Un actor capaz de hacer reír con una energía imparable y, al mismo tiempo, conmover hasta las lágrimas con personajes entrañables. Desde el carismático profesor de La sociedad de los poetas muertos, pasando por la vez que se disfrazado en Papá por siempre, hasta la magia de Aladdín con su inolvidable Genio, Williams conquistó millones de corazones alrededor del mundo, desde la década de los ochenta hasta su fallecimiento.

Su figura era tan imponente que muchos jóvenes actores soñaban con alcanzar un nivel de reconocimiento similar. Y aunque pocos lo lograron, hubo alguien que estuvo peligrosamente cerca de convertirse en "el próximo Robin Williams". A este comediante le sobraba carisma, improvisaba con naturalidad y hacía del caos una forma de arte. Estaba destinado a ser un gigante de la comedia, pero la vida tomó un rumbo muy distinto.

Jumanji
Jumanji
Fecha de estreno 1996 | 1h 40min
Dirigida por Joe Johnston
Con Robin Williams, Kirsten Dunst, Bradley Pierce
Medios
2,9
Usuarios
3,3
Streaming

Un comediante imposible de ignorar

Chris Farley era pura energía en el escenario. Desde sus primeras apariciones en Saturday Night Live (SNL), se ganó la simpatía del público con sketches en los que no temía hacer el ridículo. Su estilo físico, exagerado y siempre al borde de lo absurdo, lo convirtió en el centro de atención de cada escena. Podía hacer un chiste con un simple movimiento, y lo hacía tan natural que parecía improvisado, aunque detrás hubiera un talento descomunal.

Slash Film

Hollywood, por supuesto, no tardó en fijarse en él. Tras algunos papeles secundarios, protagonizó películas como Tommy Boy y Black Sheep, donde demostró que su humor desbordante podía sostener una historia completa. El público lo adoraba: no era el típico galán ni el héroe tradicional, pero tenía ese "algo" que conectaba con la audiencia.

Una vida marcada por excesos

La comparación con Robin Williams surgió casi de manera inevitable. Ambos tenían la capacidad de moverse con la misma soltura entre el absurdo total y la sensibilidad más humana. Williams podía pasar de un chiste rápido a una reflexión profunda en segundos. Farley, con su estilo más salvaje, también mostraba destellos de esa dualidad. Muchos críticos de la época aseguraban que, con el tiempo, lograría expandir su rango actoral y conquistar géneros más serios, exactamente como lo había hecho Williams.

Slash Film

Sin embargo, al mismo tiempo que su carrera despegaba, Farley batallaba con problemas personales. Las adicciones y la presión de la fama lo arrastraron a una espiral complicada. Amigos y familiares han contado cómo alternaba entre momentos de euforia y etapas de profunda tristeza. Esa montaña rusa emocional terminó pasando factura, y finalmente su vida se apagó demasiado pronto.

El 18 de diciembre de 1997, el mundo perdió a un comediante único, justo cuando parecía que lo mejor estaba por llegar. Tenía apenas 33 años, y ya había dejado huella en el mundo del entretenimiento. Lo más impactante es que, antes de su muerte, había sido seleccionado para dar voz al ogro más famoso del cine animado: Shrek.

Paramount

A casi tres décadas de su partida, Chris Farley sigue siendo recordado como una estrella que brilló intensamente, aunque por poco tiempo. Sus sketches en SNL todavía circulan en internet y continúan arrancando carcajadas a nuevas generaciones. Para muchos, fue la personificación del comediante sin freno, capaz de darlo todo en cada actuación.

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