El universo de Dragon Ball sigue vivo más de tres décadas después de su primera emisión. El legado de Akira Toriyama no se detuvo con Dragon Ball Z o Dragon Ball Super, y ahora incluso con Dragon Ball Daima la franquicia continúa encontrando nuevas formas de mantenernos pegados a la pantalla. Cada generación ha tenido su momento con Goku, Vegeta, Gohan y compañía, y lo increíble es que la conversación sobre sus increíbles momentos nunca se acaba.
Por supuesto, uno de los guerreros más fascinantes de toda la saga es, sin duda, Vegeta. El príncipe de los Saiyajin es orgullo en su máxima expresión: un luchador que siempre mantiene la cabeza en alto, que no se rinde ante nadie y que ha construido toda su identidad alrededor de la fuerza y la dignidad. Precisamente por eso, resulta casi imposible imaginarlo pidiendo disculpas.
La primera vez
Lo sorprendente es que Vegeta, en toda la historia de Dragon Ball, se disculpó no una, sino dos veces. Pero aquí viene lo inesperado: esas disculpas no fueron dirigidas a Goku, su eterno rival, ni a Bulma, la mujer con la que compartió su vida. El único que escuchó al príncipe pedir perdón fue nada más y nada menos que Gohan.
Desde mucho antes de que Gohan se robara el protagonismo en la saga de Cell, Vegeta ya había detectado que el chico tenía un poder especial. En cuanto apareció la idea del Super Saiyajin en Dragon Ball Z, el príncipe no pudo evitar pensar que un híbrido como Gohan podría tener ese potencial escondido. Esa intuición terminó confirmándose en la saga de Cell, cuando la teoría se volvió realidad.
Toei Animation
Convencido de que nadie podía superarlo, Vegeta cometió el error de dejar que Cell alcanzara su forma perfecta. El resultado fue un desastre que lo dejó completamente fuera de control. Frente al imponente Super Saiyajin 2 de Gohan, Vegeta comprendió que el joven no solo había rebasado a su propio padre, sino que también lo había dejado a él muy atrás. La humillación fue absoluta: el príncipe de los Saiyajin tuvo que aceptar que, una vez más, el hijo de Kakarotto lo había superado.
La segunda vez
El segundo "lo siento" llegó durante la saga de Majin Buu. Vegeta había permitido ser manipulado por Babidi, dejándose consumir por la oscuridad para recuperar su orgullo como guerrero. En ese proceso, su egoísmo lo llevó a tomar decisiones que pusieron en peligro a todos, incluyendo a Gohan.
Toei Animation
Tras enfrentarse a Goku en una de las peleas más intensas de la serie, Vegeta tuvo un momento de claridad. Reconoció que, al dejarse dominar por el deseo de poder, había fallado no solo a su familia, sino también a sus compañeros de batalla. Fue entonces cuando se dirigió a Gohan, con un gesto poco habitual, y admitió su error. Para un personaje que casi nunca reconoce sus fallas, esa disculpa fue tan sorprendente como conmovedora.
Un detalle que humaniza al príncipe
Parte del encanto de Vegeta como personaje está en su complejidad. No es el héroe perfecto ni el villano absoluto: es un guerrero marcado por su pasado, por su orgullo y por sus contradicciones. Y aunque la mayoría del tiempo se muestra duro, distante y arrogante, esos pequeños momentos de vulnerabilidad nos recuerdan que también tiene humanidad.