En 1969, John Wayne alcanzó uno de los momentos más altos de su carrera al ganar el único Oscar de su trayectoria gracias a su interpretación del marshall Rooster Cogburn en True Grit (película que varias décadas después tuvo un remake, Temple de acero, de los hermanos Ethan y Joel Coen). El filme no solo revitalizó su estatus en Hollywood tras el fracaso de The Green Berets, sino que también lo devolvió al lugar de ídolo indiscutible del western en un momento en el que su popularidad parecía desvanecerse.
Ese mismo año, sin embargo, Wayne también participó en otra película que quedó casi olvidada: The Undefeated. Estrenada en noviembre de 1969, el filme dirigido por Andrew V. McLaglen pasó sin gloria entre crítica y público, aunque en la vida del actor dejó una huella mucho más profunda de la que cabría imaginar. Durante su rodaje, el “Duke” sufrió una lesión que lo acompañaría hasta el final de sus días.
Twentieth Century Fox
La dolorosa lesión que John Wayne sufrió filmando ‘The Undefeated’
La trama de The Undefeated transcurre en los años posteriores a la Guerra Civil estadounidense, donde un coronel unionista, interpretado por Wayne, y un coronel confederado, a cargo de Rock Hudson, deben encontrar un terreno común para enfrentarse a bandidos y revolucionarios en México. Pese a su premisa épica, la película no logró trascender, eclipsada por True Grit y marcada, sobre todo, por las complicaciones físicas que su protagonista arrastró desde el rodaje.
Las versiones sobre lo ocurrido con la salud de Wayne son diversas. Algunos reportes señalan que sufrió una caída en un restaurante de Guaymas, México, rompiéndose dos costillas antes de iniciar las filmaciones. Otros biógrafos aseguran que esas fracturas llegaron años más tarde, en 1973. Lo cierto es que el propio actor confesó en una famosa entrevista con Playboy en 1971 que, mientras rodaba The Undefeated, cayó de un caballo y se desgarró los ligamentos del hombro, una lesión que limitó la movilidad de su brazo para siempre.
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Wayne, conocido por su dureza física y emocional, minimizó el accidente ante los medios, pero reconoció que la lesión lo hizo sentir vulnerable. “Me hace parecer un idiota cuando intento montar un caballo”, dijo con cierta ironía, aunque en realidad el problema fue mucho más serio y doloroso de lo que admitía en público. Pese a ello, fiel a su reputación, regresó al set el mismo día del incidente y continuó trabajando junto a Rock Hudson como si nada hubiera ocurrido.
El contexto hacía aún más delicada la situación. Apenas unos años antes, en 1964, Wayne había sido diagnosticado con cáncer de pulmón, del cual logró recuperarse tras una cirugía. Aun así, la acumulación de décadas de rodajes extenuantes, caídas y escenas de riesgo habían dejado su cuerpo marcado. Su esposa, Pilar Pallete, recordaría después que Wayne no era un hombre que se quejara: “Podía tolerar el dolor como pocos”.
Así, The Undefeated quedó relegada como un western menor en su filmografía, pero para Wayne representó un punto de quiebre físico. El “Duke” continuó filmando durante la década de los setenta, aunque cada vez con mayores limitaciones. Su hombro lastimado lo acompañó hasta su muerte en 1979, recordándonos que detrás de la leyenda inmortal del cine se encontraba un hombre que había sacrificado su salud en nombre de la pantalla grande.