El universo de Akira Toriyama es infinito. No se trata solo de Dragon Ball, Dragon Ball Z y, más recientemente, Dragon Ball Daima. La franquicia se extendió más allá de la televisión con videojuegos, mangas alternativos, mercancía de todo tipo y, claro, con una enorme lista de películas. Algunas fueron memorables, otras pasaron de noche, pero todas intentaron capturar la emoción del anime que se transmitía cada semana.
En total, se produjeron más de una docena de cintas de Dragon Ball Z, muchas de ellas hechas para disfrutarse sin la necesidad de seguir la trama principal de la serie. Entre tantas historias de villanos reciclados, versiones alternativas de Goku y peleas que parecían relleno, hubo una que logró destacar y hasta hoy sigue siendo mencionada por los fans como la mejor.
Una trama con sabor diferente
Dragon Ball Z: ¡El renacer de la fusión! Goku y Vegeta fue una joya que llegó a los cines japoneses en 1995. Con el paso del tiempo, se convirtió en un clásico oculto dentro de la saga. Lo que hace especial a esta película es que no se siente como un simple "episodio largo".
Toei Animation
Desde el arranque propone una premisa distinta: el Otro Mundo, donde descansan las almas de los muertos, entra en caos cuando un demonio aprendiz comete un error y libera una energía maligna que provoca que las puertas del más allá se rompan. Y como resultado, los muertos regresan a la Tierra y todo se vuelve un desastre.
En medio del caos aparece un nuevo enemigo: Janemba, una criatura gigantesca que comienza siendo alguien casi cómico, pero que luego se transforma en un guerrero temible, con diseño impecable y habilidades aterradoras. Y aquí está lo mejor: ni Goku ni Vegeta pueden derrotarlo por separado.
La fusión más esperada
Esta película fue la que nos regaló uno de los momentos más épicos de Dragon Ball Z: la aparición de Gogeta. Aunque la técnica de la fusión ya había sido presentada en la serie con Gotenks, ver a Goku y Vegeta unirse en un solo guerrero fue, sin duda, un sueño cumplido para millones de fans.
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El enfrentamiento de Gogeta contra Janemba dura poco, pero es tan espectacular que se quedó grabado en la memoria colectiva. Con una animación fluida, coreografías impecables y un aura de poder, fue el tipo de escena que justificó toda la película.
¿Y por qué quedó olvidada?
A pesar de su popularidad entre los seguidores, la película nunca tuvo el mismo alcance que otras producciones de Dragon Ball Z. Una de las razones es que llegó justo en la etapa final del anime, cuando muchos ya estaban enfocados en la saga de Majin Buu. Además, como las cintas no formaban parte del canon oficial, muchos espectadores las dejaron pasar.
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Con el tiempo, otros títulos como Dragon Ball Z: La batalla de los dioses o Dragon Ball Super: Broly acapararon la atención, relegando a El renacer de la fusión a un segundo plano. Sin embargo, quienes la vieron en su momento saben que sigue siendo una de las más divertidas y emocionantes de toda la franquicia.
