Aislamiento, paranoia y locura: así es la transgresora trilogía que quizá no conocías de un aclamado y polémico director
Luis Fernando Galván
Interesado en las religiones del mundo y especialista en arte sacro medieval, mis géneros favoritos son las épicas de fantasía al estilo 'El señor de los anillos', 'Valhalla Rising' y 'El caballero verde', así como el terror religioso de 'El exorcista', 'Saint Maud' y '30 monedas'.

A lo largo de su trayectoria, este director elaboró 3 historias unidas por un mismo escenario: el apartamento. Obras perturbadoras donde el encierro, la paranoia y la pérdida de identidad se mezclan en un retrato inquietante de la condición humana.

Pocas figuras del cine han sido tan influyentes en el cine de terror y en el thriller de autor como Roman Polanski. Desde El cuchillo en el agua, uno de los mejores debuts en la historia del cine, hasta el despliegue narrativo de Chinatown, su obra se caracteriza por un mundo fracturado, un humor oscuro y absurdo, y una constante exploración de las relaciones de poder. Su cine ha sabido combinar el realismo con lo fantástico, siempre desde una perspectiva inquietante.

Sin embargo, más allá de sus logros artísticos, la figura de Polanski está rodeada de una inevitable polémica que a menudo opaca sus aportaciones. Aun así, su influencia resulta innegable, y uno de los ejemplos más fascinantes de su estilo se encuentra en la llamada “Trilogía del apartamento”: tres filmes que exploran el aislamiento, la paranoia y la desintegración psicológica dentro de un mismo espacio cotidiano.

El bebé de Rosemary
El bebé de Rosemary
Fecha de estreno 19 de junio de 1969 | 2h 16min
Dirigida por Roman Polanski
Con Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon
Medios
4,7
Usuarios
3,1

El inicio de una trilogía que redefinió el terror psicológico en el cine

La primera entrega de esta trilogía llegó en 1965 con Repulsion, protagonizada por Catherine Deneuve. Aquí Polanski propone un relato de horror psicológico que se aparta del susto fácil y se adentra en la mente de Carol, una joven aterrada por los hombres y progresivamente atrapada por sus propias obsesiones. La fuerza de la película reside en la manera en que el apartamento se convierte en una extensión de su mente: un espacio que se deforma y agrieta a medida que ella pierde la cordura.

Tekli British Productions

A diferencia de otros relatos que explican la locura desde fuera, Repulsion nos sumerge en ella. El deterioro del entorno físico refleja el desmoronamiento interior de la protagonista: grietas en las paredes, sonidos inexplicables y manos fantasmales que la acechan desde los rincones. Es un ejercicio brillante de “mostrar sin decir”, donde la progresiva ruina del hogar encarna el derrumbe psicológico.

William Castle Productions

‘El bebé de Rosemary’: el clásico de terror que transformó la maternidad en pesadilla

Tres años más tarde, en 1968, Polanski alcanzó la cima del género con El bebé de Rosemary. Esta vez, el terror se centra en el control y la manipulación de una joven mujer (Mia Farrow) en un entorno que debería resultarle seguro: su propio hogar y su matrimonio. La historia de Rosemary, embarazada y cada vez más aislada por un círculo de vecinos siniestros, plantea un relato que combina lo sobrenatural con una crítica feroz a las estructuras de poder patriarcales.

El impacto de El bebé de Rosemary radica en su ambigüedad y en el modo en que la paranoia de la protagonista se vuelve también la del espectador. ¿Son reales las conspiraciones que la rodean o son fruto de su imaginación? Polanski deja esa pregunta suspendida hasta el clímax, logrando un clásico del cine de terror que redefine el espacio doméstico como un lugar opresivo y hostil.

Marianne Productions

‘The Tenant’: el cierre de la paranoia en un apartamento parisino

La trilogía se cerró en 1976 con The Tenant, donde el propio Polanski asume el rol protagónico como Trelkovsky, un inmigrante tímido y solitario que se instala en un edificio parisino cargado de tensiones invisibles. Allí, el director fusiona elementos de horror, comedia y absurdo kafkiano para narrar una historia sobre la alienación y la pérdida de identidad. El protagonista, constantemente vigilado y acosado por sus vecinos, termina atrapado en una espiral de persecución y paranoia.

En conjunto, Repulsion, Rosemary’s Baby y The Tenant conforman una trilogía única en la historia del cine. Tres relatos distintos que, unidos por un mismo espacio (el apartamento), exploran el aislamiento, la paranoia y la desintegración mental desde ángulos distintos. A pesar de la polémica que rodea al director, esta “Trilogía del apartamento” sigue siendo una pieza fundamental para entender cómo el cine puede transformar lo cotidiano en un escenario de terror íntimo y universal.

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