Hay días en los que uno quiere tirarse en el sillón, poner algo en Netflix y simplemente olvidarse de todo. El problema es que muchas series duran tanto que parece que necesitas de vacaciones para poder terminarlas. Ahí está The Crown, con temporadas kilométricas, o Grey's Anatomy, que ya parece inmortal y sigue sumando episodios como si nada. Y sí, amamos las series largas, pero a veces lo que se necesita es una historia corta, intensa y que se pueda devorar en una sola tarde con palomitas y refresco a la mano.
Netflix, que tiene de todo en su catálogo,, también sabe que el público agradece esas producciones rápidas de ver. De hecho, en los últimos años ha lanzado varias miniseries que se convirtieron en tema de conversación, porque en cuestión de pocas horas te atrapan y no te sueltan hasta el último segundo. Y si estás buscando algo así, con tensión, drama y un toque oscuro, esta es la opción perfecta.
Una trama cargada de misterio
Estamos hablando de Me haces falta, una miniserie que se suma a la lista de producciones que puedes ver de principio a fin sin tener que comprometerte por semanas. La historia no necesita de múltiples temporadas para engancharte: con unos cuantos episodios logra mantenerte al borde del sillón. Y lo mejor es se puede terminar en una sola tarde, ideal para un maratón exprés de suspenso.
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La serie gira en torno a la historia sobre Kat Donovan, interpretada por la estrella de Slow Horses, Rosalind Eleazar, una detective especializada en personas desaparecidas. Hace once años, su prometido Josh (Ashley Walters), el amor de su vida, desapareció sin dejar rastro. Ahora, al revisar perfiles en una aplicación de citas, ve su rostro y su mundo amenaza con estallar de nuevo. La experiencia la obligará a sumergirse de nuevo en el misterio del asesinato de su padre (Lenny Henry) y a descubrir secretos ocultos de su pasado.
Una miniserie que se siente como una película larga
Algo que llama la atención de Me haces falta es que no se anda con rodeos. La estructura está diseñada para contar lo justo y necesario. En lugar de estirar la trama hasta el cansancio, los creadores apuestan por un guion preciso que engancha sin necesidad de rellenos.
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Esto hace que la experiencia sea parecida a ver una película de suspenso de larga duración. La diferencia es que está dividida en capítulos cortos que permiten respirar entre cada giro inesperado. Esta es una opción perfecta para quienes disfrutan del cine de misterio, pero quieren un poco más de desarrollo de personajes.
