En la historia del cine hay intérpretes que han llevado la entrega a límites físicos extremos con tal de habitar un personaje. Christian Bale en El maquinista, Matthew McConaughey en Dallas Buyers Club, Charlize Theron en Monster o Michael Fassbender en Hunger son solo algunos ejemplos de celebridades que se sometieron a dietas rigurosas, rutinas exhaustivas y transformaciones físicas radicales para dar vida a papeles inolvidables. En esa misma línea se encuentra Mark Wahlberg, quien en 2014 sorprendió con una de las transformaciones más impactantes de su carrera.
Wahlberg, conocido por su versatilidad en cintas de acción (Transformers: El último caballero), drama (Horizonte profundo) y comedia (Ted), asumió un reto inesperado para El apostador: bajar más de 27 kilos en tiempo récord para encarnar a Jim Bennett, un profesor universitario atrapado en una espiral de autodestrucción y adicción al juego. Su compromiso con el proyecto, dirigido por Rupert Wyatt, no solo implicó talento actoral, sino una disciplina férrea que lo llevó a modificar por completo su físico y hábitos diarios.
Paramount Pictures
La transformación extrema de Mark Wahlberg para una película que ahora puedes ver en Netflix
Para alcanzar el peso solicitado por el director, Wahlberg se sometió a una estricta dieta líquida que lo mantuvo en un estado de debilidad constante. A esto sumó largas sesiones de salto de cuerda de hasta tres horas diarias, logrando pasar de 89 a 63 kilogramos. La pérdida de peso fue tan drástica que llegó a preocupar incluso a sus colegas, pero el actor estaba decidido a reflejar en su cuerpo la fragilidad de un hombre que se derrumba por dentro.
Más allá del aspecto físico, la preparación incluyó un trabajo mental exigente. Wahlberg asistió a clases universitarias reales, convivió con profesores de literatura y practicó lecturas académicas para dotar de autenticidad a un personaje que, pese a su desaliño y apatía, se muestra intelectualmente brillante. Para completar el retrato, dejó crecer su cabello, usó el mismo traje a lo largo de todo el filme y renunció a cualquier cuidado estético, sumergiéndose en la piel de un hombre que se ha rendido a su propia decadencia.
Paramount Pictures
Cómo ‘El apostador’ retomó el espíritu del clásico de los 70 y marcó un reto en la carrera de Mark Wahlberg
El guion de William Monahan, inspirado en el filme original de 1974 protagonizado por James Caan, ofrece un retrato ambiguo y complejo del protagonista: un hombre brillante, capaz de seducir con su verbo afilado y su ironía, pero al mismo tiempo incapaz de asumir responsabilidades afectivas. Su relación con Amy, una de sus estudiantes interpretada por Brie Larson, funciona como el catalizador de un posible cambio, mostrando que incluso en la ruina más absoluta puede haber espacio para una nueva oportunidad.
Paramount Pictures
Con un estilo visual elegante y enérgico, Wyatt imprime al filme un ritmo que oscila entre la tensión y la introspección, explorando el vértigo del riesgo y la crudeza de la adicción. A diferencia de otros remakes que buscan replicar escenas icónicas, El apostador propone una mirada más contemporánea a la fragilidad masculina y a la obsesión por vivir al límite, dejando abierta la pregunta sobre si la redención del protagonista es real o apenas un espejismo.
Disponible en Netflix, El apostador ofrece a los espectadores no solo la oportunidad de ver a Mark Wahlberg en uno de sus trabajos más arriesgados, sino también de reflexionar sobre la autodestrucción como consecuencia de la insatisfacción personal. Una historia intensa, incómoda y sorprendente que, además, quedó marcada por una transformación física tan radical como inolvidable.