Kate Winslet, Meryl Streep y Jodie Foster son nombres que fácilmente vienen a la mente cuando se habla de las grandes intérpretes del cine estadounidense. Sin embargo, pocas actrices han logrado un impacto tan profundo en la ciencia ficción como Sigourney Weaver, quien no solo redefinió el papel de la mujer en la pantalla, sino que también se convirtió en un referente cultural con su icónica Ripley.
La estrella de Hollywood que redefinió la acción femenina y aún evita la dirección
Desde su irrupción en Hollywood a fines de los años setenta, Weaver ha destacado por tomar papeles que desafiaban las expectativas de género y los estereotipos de la industria. Su transformación en Ripley en Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott no solo la catapultó al estrellato, sino que también abrió el camino para mujeres en roles de acción que hasta entonces parecían reservados a actores masculinos.
Su carrera no se limitó a la ciencia ficción; Weaver también logró reconocimiento por filmes como Annie Hall, Los cazafantasmas y Gorilas en la niebla, acumulando nominaciones al Oscar y a los Globos de Oro. A lo largo de las décadas, mantuvo un alto nivel de relevancia con papeles destacados en The Ice Storm, A Map of the World y hasta en películas animadas como Wall-E, mostrando su capacidad para adaptarse a distintos géneros y formatos.
Twentieth Century Fox
La confesión de Sigourney Weaver que revela los desafíos de ser mujer en Hollywood
A pesar de su éxito frente a las cámaras, Weaver confesó recientemente que nunca ha sentido el impulso de dirigir una película. En una entrevista con el New York Times, reveló que las experiencias con ejecutivos de estudio en Hollywood la dejaron incómoda: “Siempre sentí un sexismo increíble allí, y cierto resentimiento porque tenía poder y era lo suficientemente inteligente para expresar mis ideas. Pensaba: ‘Oh, sería divertido dirigir, pero no quiero tener que tratar con esa gente’”.
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Esta declaración arroja luz sobre los desafíos que enfrentan incluso las actrices más consagradas cuando consideran dar el salto detrás de la cámara. A pesar de su talento, Weaver optó por mantenerse en la actuación, prefiriendo centrarse en interpretaciones que pudieran impactar al público y redefinir la representación femenina en el cine, en lugar de lidiar con dinámicas de poder que a menudo desincentivan a mujeres creativas en Hollywood.
Recientemente, Weaver sigue siendo una figura destacada en proyectos de alto perfil, como Avatar: The Way of Water y el thriller de horror The Dust Bunny, donde comparte créditos con actores de renombre como Mads Mikkelsen. Su capacidad para mantenerse vigente demuestra que su elección de concentrarse en la actuación, lejos de la dirección, no ha limitado su influencia ni su legado en la industria.