Además de La muertas de Luis Estrada y Monstruo: La historia de Ed Gein con Charlie Hunnam, una de las series más comentadas de Netflix en estos momentos es Nadie nos vio partir. Ambientada en el México de los años sesenta, la serie explora los límites del amor, el poder y la violencia dentro de una familia que aparenta ser perfecta, pero que oculta profundas heridas emocionales. Con apenas cinco episodios, la historia de Valeria y Leo Goldberg se ha convertido en una de las más vistas de la plataforma.
Dirigida por Lucía Puenzo, Nicolas Puenzo y Samuel Kishi, Nadie nos vio partir se basa en la novela homónima de Tamara Trottner, en la que la autora narra sus propias memorias de infancia. En la serie, Tessa Ía interpreta a Valeria, una mujer que lucha por recuperar a sus hijos luego de que su esposo, influenciado por su familia, decide llevárselos lejos. El drama no solo plantea una reflexión sobre la violencia vicaria, sino que también profundiza en el coraje de una mujer que desafía las normas de su tiempo para recuperar lo que más ama.
El filme que mostró el lado más humano de Tessa Ia mucho antes de ‘Nadie nos vio partir’
La presencia de Tessa Ía en la serie no es casualidad. La actriz ha construido una trayectoria sólida tanto en televisión como en cine, destacando en proyectos donde las mujeres asumen roles complejos y emocionalmente intensos. Desde su debut en Después de Lucía hasta su participación en Desenfrenadas, Tessa ha demostrado una madurez interpretativa que la distingue entre las actrices jóvenes del cine mexicano. Su elección para protagonizar Nadie nos vio partir confirma esa tendencia: la de encarnar personajes femeninos que luchan, sienten y evolucionan frente a la adversidad.
Antes de su papel en la serie de Netflix, Tessa ya había protagonizado otro drama de época que exploraba la intimidad y la fuerza interior de una mujer excepcional. En Los adioses, dirigida por Natalia Beristáin, la actriz interpreta a una joven Rosario Castellanos, una de las voces más influyentes de la literatura mexicana del siglo XX. El filme narra su compleja relación con el filósofo Ricardo Guerra y su búsqueda personal por conciliar la pasión amorosa con su vocación intelectual, en un entorno dominado por estructuras patriarcales.
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‘Los adioses’: Rosario Castellanos entre el amor, la escritura y la libertad
Los adioses toma como punto de partida las cartas que Castellanos escribió a su esposo y construye, a partir de ellas, una reflexión íntima sobre el amor, la soledad y la emancipación femenina. La película no busca ser una biografía convencional, sino un retrato emocional de una mujer adelantada a su tiempo, que desafió las expectativas impuestas sobre su género. En apenas 85 minutos, Beristáin logra condensar las contradicciones y fortalezas de Castellanos a través de un lenguaje visual elegante y un ritmo introspectivo, sostenido en las interpretaciones de Karina Gidi y Tessa Ía.
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La dirección de Beristáin evita el tono solemne habitual de las biografías literarias. Con una estética delicada y una narrativa no lineal, la cineasta utiliza los recuerdos, las cartas y los silencios para construir una historia sobre el sacrificio que muchas mujeres deben hacer entre el amor y la creación. La fotografía de Dariela Ludlow, con su paleta de tonos beige y su luz tenue, refuerza la intimidad de los espacios interiores en los que Rosario escribe, piensa y se enfrenta a sus propias sombras.
Aunque ambientada en los años cincuenta y sesenta, Los adioses tiene una resonancia contemporánea que conecta directamente con los temas explorados en Nadie nos vio partir. Ambas producciones, separadas por una década, revelan la coherencia de Tessa Ía como intérprete: su interés por retratar mujeres que buscan afirmarse en contextos opresivos. Desde Rosario Castellanos hasta Valeria Goldberg, la actriz ha sabido construir personajes que, aunque situados en distintas épocas, comparten un mismo impulso: el de recuperar su voz en un mundo que intenta silenciarlas.