El clásico de la fantasía oscura de Guillermo del Toro que sigue siendo una obra maestra
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Mientras el mundo espera su versión de 'Frankenstein', esta cinta sigue siendo la obra que mejor resume el corazón de Guillermo del Toro.

Cada vez que Guillermo del Toro anuncia algo nuevo, el mundo del cine se detiene por un momento. Y no es para menos: el director tapatío es uno de esos cineastas que no solo cuentan historias, sino que crean universos enteros. Su apuesta más reciente Frankenstein, una nueva versión del clásico literario, protagonizada por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth.

Esta película ya genera expectativas enormes, no sólo por su elenco, sino porque Del Toro ha dicho que es su proyecto más personal hasta ahora. Pero mientras el mundo espera ver a este monstruo cinematográfico, vale la pena mirar atrás, hacia la obra que definió su carrera y consolidó su estilo inconfundible: El laberinto del fauno.

El laberinto del fauno
El laberinto del fauno
Fecha de estreno 11 de octubre de 2006 | 1h 58min
Dirigida por Guillermo del Toro
Con Ivana Baquero, Sergi López, Doug Jones
Usuarios
3,2

Un cuento oscuro en tiempos de guerra

Estrenada en 2006, El laberinto del fauno es mucho más que una película: es una fábula brutal, mágica y profundamente humana. Ambientada en la España franquista de 1944, sigue la historia de Ofelia, una niña que escapa de la violencia del mundo real adentrándose en un reino fantástico lleno de criaturas tan maravillosas como aterradoras.

Su madre está enferma, su padrastro es un capitán del ejército tan cruel como el propio régimen, y su única salida parece ser un misterioso laberinto custodiado por un fauno. Lo que Ofelia encuentra allí cambia todo: pruebas imposibles, monstruos que simbolizan el miedo, y la posibilidad de descubrir quién es realmente.

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En El laberinto del fauno, Del Toro construye una metáfora poderosa sobre la inocencia y la resistencia. Es un recordatorio de que incluso en medio de la guerra y el dolor, todavía hay espacio para la imaginación y para la esperanza.

"No puedo hacerla en inglés"

Una de las anécdotas más famosas de la película ocurrió mucho antes del rodaje. Cuando Del Toro buscaba financiamiento, varios estudios le ofrecieron el doble de presupuesto si aceptaba hacerla en inglés. Su respuesta fue tajante: no podía hacerlo porque sino la historia no tendría el mismo sentido.

El laberinto del fauno no sería lo mismo el contexto español, sin la textura de las voces que hacen que el relato se sienta auténtico y dolorosamente real. Esa decisión no solo fue artística, también fue política. Del Toro apostó por la identidad, por el lenguaje y por un cine que hablara desde su origen.

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El resultado fue monumental: tres premios Oscar, más de 100 galardones internacionales y un lugar asegurado entre las películas más aclamadas del siglo XXI.

La eternidad del fauno

Mientras el mundo espera su versión de Frankenstein, El laberinto del fauno sigue siendo la obra que mejor resume el corazón de Guillermo del Toro: un cineasta que mira la oscuridad con ternura, que encuentra poesía en lo monstruoso y que entiende que los cuentos no son sólo para dormir, sino para despertar.

Mientras agunos directores hacen películas, Del Toro construye sueños. Y El laberinto del fauno es el más hermoso y más triste de todos.

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