La película de terror que redefinió el género hace 20 años y es ideal para ver esta noche en Prime Video
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Un descenso a la oscuridad que desafía la mente y los sentidos. Hace dos décadas, un filme combinó miedo psicológico y monstruos ocultos en la penumbra, creando una experiencia que aún hoy genera pesadillas en quienes se atreven a mirar.

A lo largo de las últimas dos décadas, el cine de terror ha construido un lenguaje propio basado en la tensión psicológica, el aislamiento y los sustos inesperados. Películas como El proyecto de la bruja de Blair, Actividad paranormal, Saw y El conjuro han redefinido lo que significa asustar al espectador, combinando miedo psicológico con elementos sobrenaturales o violencia explícita para mantenernos al borde del asiento.

Estos tropos modernos muestran que el terror ya no depende únicamente de lo que se ve, sino de lo que se siente: la ansiedad ante lo desconocido, la amenaza que acecha fuera del plano visual y la sensación de vulnerabilidad absoluta. Los directores actuales aprovechan recursos como el espacio confinado, los planos subjetivos y el silencio absoluto para amplificar la tensión, convirtiendo cada escena en un juego entre lo real y lo imaginario que hace que el espectador tema mirar demasiado de cerca.

El descenso
El descenso
Fecha de estreno 17 de febrero de 2006 | 1h 39min
Dirigida por Neil Marshall
Con Molly Kayll, Natalie Jackson Mendoza, Shauna Macdonald
Medios
4,2
Usuarios
3,0
Ver en Amazon Prime Video

20 años del terror que cambió el género: mira esta película en Prime Video

Hace casi dos décadas llegó a los cines una película que redefinió el horror moderno. Su director, Neil Marshall, diseñó una experiencia que va acumulando tensión hasta llevar al espectador a un estado de miedo puro. Basta con recordar una sola escena que dura apenas unos segundos: la cámara recorre la oscuridad de una cueva, activa la visión nocturna y, sin advertencia, revela la figura silenciosa de un ser que jamás debería estar ahí. Ese instante se ha convertido en una de las pesadillas más eficaces en la historia del género.

El descenso, estrenada en 2005, es mucho más que un susto perfecto. Se trata de una pesadilla claustrofóbica que se adentra en los miedos más primarios: la oscuridad, el encierro y lo desconocido. Al mismo tiempo, narra la historia de Sarah, una mujer en duelo tras perder a su esposo y a su hija en un trágico accidente. Cuando sus amigas la invitan un año después a una expedición de espeleología, ella acepta sin saber que el viaje se convertirá en un descenso tanto físico como emocional hacia sus peores temores.

Celador Films

Claustrofobia, oscuridad y criaturas: revisita ‘El descenso’

Una vez dentro de la cueva, la tensión crece con cada metro que se adentran bajo tierra. Juno, la líder del grupo, confiesa que las ha llevado a un sistema de cuevas no registrado, lo que desata una sensación de traición y vulnerabilidad. Cuando un túnel se derrumba, la esperanza de salir rápidamente desaparece: están atrapadas, sin mapa, sin comunicación y con recursos limitados.

Durante gran parte del metraje, Marshall hace que la propia cueva sea el monstruo. Los pasadizos angostos, la oscuridad total y el sonido del agua goteando construyen un terror físico casi asfixiante. Uno de los momentos más angustiosos ocurre cuando Sarah queda atorada en un túnel estrechísimo y siente que el pánico la consume, transmitiendo al espectador una sensación de desesperación absoluta.

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La verdadera naturaleza del horror se revela cuando aparece aquello que nadie esperaba: unas criaturas humanoides pálidas y ciegas, habitantes salvajes del subsuelo. Su introducción es tan breve como devastadora: la imagen captada por la cámara nocturna apenas dura un par de segundos, pero es suficiente para desencadenar el caos. Ese instante funciona como un punto de quiebre total y redefine la película frente a los ojos del público.

A veinte años de su estreno, El descenso permanece como una referencia indiscutible del terror contemporáneo. Sin depender de efectos digitales ni trucos sobreexplotados, Marshall construyó un clásico que demuestra que el miedo más efectivo nace del silencio, de lo inesperado y de aquello que se oculta justo fuera del ángulo de visión. Una opción perfecta para quienes buscan una experiencia aterradora esta misma noche en Prime Video.

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