Desde su inolvidable papel en Misión Imposible: Nación secreta junto a Tom Cruise hasta su aclamada participación en Dune y la serie Silo, la actriz sueca Rebecca Ferguson ha demostrado una capacidad única para combinar fuerza emocional con presencia escénica. Su carrera, marcada por personajes complejos y atmósferas intensas, la ha convertido en una figura imprescindible del cine contemporáneo.
Ahora, Ferguson regresa a la pantalla con Una casa de dinamita, el nuevo y esperado thriller político dirigido por Kathryn Bigelow. Estrenada recientemente en Netflix, la película ya ocupa el puesto número uno en México y ha provocado un fuerte impacto entre los espectadores por su inquietante retrato de una posible catástrofe nuclear. En este filme, Ferguson interpreta a una oficial de alto rango en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca, en medio de una crisis sin precedentes.
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El regreso de Kathryn Bigelow con una historia que dejó sin aliento a Rebecca Ferguson
El filme marca el regreso de Bigelow tras más de ocho años de ausencia, explorando un escenario de pánico global: un arma nuclear dirigida hacia Estados Unidos desde una fuente desconocida. Narrada desde tres perspectivas distintas, la historia retrata el colapso del tiempo, la tensión moral y el vértigo del poder en los últimos treinta minutos antes de una posible aniquilación. La cinta cuenta también con Idris Elba como el presidente estadounidense y Jason Clarke en un papel que recuerda su participación en Oppenheimer de Christopher Nolan.
Durante una entrevista exclusiva con RadioTimes.com, Rebecca Ferguson reveló el obsesivo nivel de realismo con el que Bigelow abordó el rodaje. La directora, ganadora del Oscar por Zona de miedo, contó con el asesoramiento diario de Larry Pfeiffer, exjefe de la Sala de Situaciones, quien respondía en el set cada duda sobre protocolos y decisiones de emergencia. “Kathryn quería que todo se sintiera auténtico y real”, explicó la actriz, destacando que el trabajo con Pfeiffer les permitió comprender la magnitud de las responsabilidades que recaen en ese espacio.
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El escalofriante secreto que Rebecca Ferguson descubrió filmando la nueva #1 de Netflix México
Sin embargo, hubo un detalle que perturbó profundamente a Ferguson. “¿Por dónde empezar?”, dijo al recordar su sorpresa ante lo que aprendió sobre la estructura de mando en caso de crisis. “Lo que más me impactó fue saber que las personas en la Sala de Situaciones están mejor preparadas que el propio presidente. Él no recibe un informe previo; las opciones se le presentan en el momento de la emergencia, y una sola persona toma la decisión. Una.”
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Esa revelación, explicó Ferguson, la llevó a reflexionar sobre el poder y la fragilidad del sistema. “¿Cómo es posible que una sola persona tenga la capacidad de iniciar una guerra nuclear? Es una locura. ¿Cómo se mantiene un mundo a salvo enviando armas nucleares? Está más allá de mi comprensión.” Estas declaraciones, que han generado eco entre los seguidores de la actriz, evidencian la tensión ética que recorre la película de Bigelow.
La también actriz de Doctor Sueño y Reminiscencia añadió que uno de los aspectos que más han impresionado al público es “la realidad asombrosa de la cantidad de ojivas nucleares que existen”. Ferguson subrayó que muchos espectadores desconocían que una sola orden presidencial podría desencadenar una catástrofe mundial. Ese “poder concentrado en un solo ser humano”, dijo, es lo que convierte a Una casa de dinamita en una experiencia tan inquietante como reflexiva.