Una casa de dinamita se ha convertido rápidamente en la película más vista de Netflix en varias partes del mundo, por supuesto México siendo uno de los lugares en los que más impacto ha generado. Su historia ha logrado generar interés en el público, pero la cinta dirigida por la oscarizada Kathryn Bigelow dejó a muchísimos con un montón de dudas, pues el final es todo menos claro.
¿De qué trata Una casa de dinamita?
Lo primero que debemos tener bien claro es el planteamiento principal: ¿qué pasaría si Estados Unidos es atacado con un misil nuclear? Tal vez la respuesta sencilla sería: bueno, pues utilizan su arsenal tecnológico y armamentístico para frenarlo. Y sí, pero en esta ficción no es suficiente, y fallan; ahora el presidente deberá decidir qué hacer luego que se confirme el impacto inminente en una ciudad, algo que ocasionará la muerte de 10 millones de personas.
El final explicado de Una casa de dinamita
Ahora vamos por partes. Lo primerito es recordar que la historia nos deja claro que el batallón antimisiles encargado de lanzar la contención de la amenaza nuclear falló en su intento y aunque podrías pensar que pudieron lanzar más intentos de intercepción, la realidad es otra, pues el tiempo que tomaría un misil de defensa en alcanzar el ataque, ya no era suficiente, sería otro intento echado a la basura; digamos que esta respuesta es un intento y nada más.
Esto ocasiona que el presidente deba tomar una decisión. Es verdad, en la película nunca se muestra si opta por lanzar una ofensiva nuclear y destruír todas las bases militares de los países que, oficlamente, han declarado contar con armamento nuclear. O si bien decidió guarda sus armas y rendirse.
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Sin embargo, basta analizar cuáles son los consejos de los expertos que le rodean para tener claro que, en su mayoría, optaba por activar un plan de contraataque. Además durante la escena donde el presidente se encuentra abordo de un helicóptero, él mismo menciona que los ciudadanos no estaría dispuestos a perdonar una estrategia pacífica, en otras palabras: los estadounidenses no querrían que su país se quedara con los brazos cruzados.
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Las palabras de la esposa del presidente: pagar ojo por ojo
¿Recuerdas que la primera dama se encontraba en una expedición en la sabana? Bueno, los últimos segundos de su llamada con su esposo, el presidente de Estados Unidos, alcanza a mencionar: “¿Puedes hacerlos pagar? ¿Como un ojo por ojo?”, esto deja claro que ella misma está a favor de iniciar una batalla y no quedarse con sin tomar medidas drásticas.
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La destrucción inminente de Chicago
Por supuesto el momento más impactante y por el que esta película ha dado mucho de qué hablar es el hecho que, dentro de esta ficción, el ataque nuclear es inminente y al rededor de 10 millones de personas (dejan abierto el dato que podrían ser muchas más), perderán la vida en cuanto el misil toque tierra.
Esto significa que, aunque nunca vemos las impactante imágenes, este momento sí sucedió en la película, poniendo sobre la mesa uno de los argumento fílmicos más impactantes y traumáticos de los últimos años.
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Si tenías dudas, al final sí, Estados Unidos sí recibe un durísimo golpe, Chicago es la ciudad afectada y reducida a polvo. Mientras que el presidente activaría los protocolos más salvajes de ofensiva nuclear, dando así inicio a una guerra sin precendentes.
Lo sabemos, un final demasiado trágico, impactante y hasta traumante, pues la directora, Kathryn Bigelow, ha mencionado que se asesoró con expertos en el tema. Y aunque jamás quisiéramos que sucediera algo así, en ningún país, la cineasta abre un tema de debate: esto es algo que podría pasar y ningún país del mundo podría detener al 100% una embestida nuclear, al menos este es su planteamiento.