Cuando hablamos de Dragon Ball Z, cada fan tiene su saga favorita: algunos eligen la de Freezer, mientras que otros, son fans del momento en el que aparece Majin Buu con su caos absoluto. Pero hay un punto medio que lo cambió todo: la saga de Cell, donde Akira Toriyama llevó la historia a su terreno más oscuro, más complejo y, sobre todo, más confuso.
Porque entre clones, androides y viajes en el tiempo, Toriyama armó una especie de rompecabezas temporal que todavía genera debates entre los seguidores. Y aunque muchos recuerdan los combates y las transformaciones, pocos notaron una serie de detalles que conectaron de forma brillante con el futuro de Trunks.
Un héroe fuera de su tiempo
Cuando Trunks del futuro aparece por primera vez, corta a Freezer como si fuera papel y anuncia la llegada de los Androides, todos entendimos que algo serio venía. Venía de un mundo devastado, donde Goku había muerto de una enfermedad cardíaca y los guerreros Z habían sido aniquilados por los Androides 17 y 18.
Toei Animation
Su misión era simple: advertir al pasado y cambiar el destino. Hasta ahí, todo era claro. Pero la saga de Cell añadió un giro que pocos esperaban: el enemigo final no venía de ese mismo futuro, sino de otro completamente distinto.
El origen oculto de Cell
En realidad, Cell proviene de una tercera línea temporal, diferente tanto del presente como del futuro de Trunks que conocemos. En esa realidad alternativa, Trunks ya había derrotado a los Androides, cumpliendo su misión y trayendo paz a su mundo.
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Pero el Dr. Gero, incluso después de muerto, dejó su legado en forma de inteligencia artificial: un supercomputadora que, décadas después, logró crear a Cell, una criatura biológica hecha con el ADN de los guerreros más poderosos del planeta, Goku, Vegeta, Piccolo, Freezer y hasta el propio Trunks.
El problema: para que Cell alcanzara su forma perfecta, necesitaba absorber a los Androides 17 y 18. Pero en su línea temporal, ambos ya estaban destruidos. Así que no le quedó otra opción: matar al Trunks de su realidad, robarle su máquina del tiempo y viajar hacia el pasado, pero ese pasado era el principal de la serie.
Paradojas del tiempo: el truco de Toriyama
Todo esto guarda una genialidad y locura. El Cell que Gohan derrota en el Torneo de las Artes Marciales no pertenece al mismo universo que ese Trunks viajero, sino a uno completamente distinto. Lo que significa que mientras Gohan salva su línea temporal, el futuro original de Trunks sigue existiendo pero sin Cell, sin Goku y sin los mismos eventos.
Básicamente, Toriyama creó tres futuros diferentes: el de Cell, donde mata a Trunks y viaja al pasado; el de Trunks, el que vemos al final, donde derrota a los androides y a un Cell aún en incubadora; y el del presente, donde los Guerreros Z logran evitar la tragedia gracias a las advertencias del viajero del tiempo.
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El guiño más brillante de Toriyama está justo en el final de la saga de Cell. Cuando Trunks regresa a su línea temporal, no solo vence a los Androides: también destruye la máquina del tiempo de Cell, asegurando que ese ciclo no se repita. En otras palabras, rompe el bucle temporal y evita que surjan más versiones de sí mismo o del monstruo.