Después de mucho tiempo de espera, Guillermo del Toro finalmente estrenó su versión de Frankenstein en Netflix, y lo mejor es que es tan impresionante como todos la imaginaban. Oscura, melancólica, visualmente preciosa y, sobre todo, profundamente humana. El director mexicano ha vuelto a demostrar que su cine no trata sobre monstruos, sino sobre las personas que los crean.
Pero más allá de las actuaciones, la música o el diseño de producción que es una locura, los fans ya comenzaron a detectar detalles ocultos que Del Toro dejó cuidadosamente sembrados en su película. Y uno de ellos se ha vuelto viral por lo que simboliza e involucra a la mismísima Medusa.
Una teoría que no podrás dejar de pensar
Fue la usuaria de TikTok llamada @nenamounstro quien publicó un video con un detalle que muchos pasaron por alto en una de las escenas más importantes: el laboratorio de Víctor Frankenstein. Entre los tubos, los aparatos y los restos del experimento, hay una figura de Medusa en la pared.
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Al parecer, este símbolo no está colocado al azar. Las cámaras muestran cómo la criatura de Frankenstein y la figura de Medusa se miran frente a frente en el laboratorio, creando una imagen poderosa y casi poética de cómo dos seres incomprendidos comparten un mismo lugar y una historia muy similar.
Dos "monstruos" que nunca lo fueron
Según la teoría, el paralelismo entre ambos clarísimo: Medusa y la criatura comparten el mismo destino trágico. Ambos fueron convertidos en símbolos del horror, cuando en realidad son víctimas de la injusticia y del rechazo.
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Medusa, de acuerdo con la mitología griega, fue castigada injustamente por la diosa Atenea luego de ser abusada por Poseidón. Transformada en un ser monstruoso con serpientes por cabello, fue condenada a vivir como un reflejo de la culpa ajena.
La criatura de Frankenstein vive algo similar: fue creada por manos humanas, abandonada por su creador y odiada por un mundo que solo vio en él su apariencia, no su alma. Ninguno cometió un pecado, sino que los dos fueron monstruos solo porque otros decidieron llamarlos así.
Del Toro y su eterna empatía por los incomprendidos
Esta conexión encaja perfectamente con la visión de Guillermo del Toro. A lo largo de su filmografía, desde El laberinto del fauno hasta La forma del agua, el cineasta ha retratado a los "monstruos" como espejos de la humanidad, seres marginados que en realidad encarnan la pureza, la inocencia o la compasión que los humanos perdieron hace tiempo.
En Frankenstein, la mirada de la criatura hacia Medusa se siente como un reconocimiento: "Somos iguales. No somos el mal… solo el resultado del dolor". Es un momento breve, pero cargado de significado, que demuestra la sensibilidad de Del Toro para construir imágenes que dicen más que mil palabras.
