Cuando creíamos que Dragon Ball y Dragon Ball Z no podían ir más lejos que los Saiyajin y sus transformaciones doradas, llegó Dragon Ball Super y reventó por completo el mapa del poder. Ya no se trataba solo de guerreros capaces de destruir planetas o vencer enemigos intergalácticos: ahora había entidades que podían borrar universos enteros con un gesto.
El salto fue enorme: de las montañas de Namek pasamos al cosmos entero. Akira Toriyama y su equipo decidieron que, si Goku iba a seguir superando límites, debía hacerlo en un contexto donde el poder tuviera un nuevo significado. Y así, el universo de Dragon Ball Super introdujo una jerarquía divina tan enredada como fascinante, con dioses, ángeles, sacerdotes y seres que están por encima de todo.
Los Kaio-shin: los dioses de la creación
Toei Animation
Los Kaio-shin, o Supremos Kaio, son los dioses de la creación. Su tarea es mantener el equilibrio del universo, promoviendo la vida y el orden. Cada universo tiene su propio Kaio-shin, encargado de observar galaxias, crear mundos y guiar la evolución de las especies. Son figuras sabias, pero no necesariamente poderosas en combate. De hecho, muchos fanáticos los recuerdan más por su papel de estrategas que por sus hazañas físicas. En el Universo 7, el Kaio-shin principal es Shin, quien debutó en la saga de Majin Buu.
Los Hakaishin: los dioses de la destrucción
Toei Animation
En el otro extremo del equilibrio cósmico están los Hakaishin, los Dioses de la Destrucción. Su trabajo, básicamente, es borrar lo que ya no sirve. Mundos, civilizaciones, incluso dioses: nada está fuera de su alcance si consideran que algo amenaza la armonía del universo. El más famoso de todos es, por supuesto, Bills, el gato morado con carácter explosivo, el Dios de la Destrucción del Universo 7, y su poder está a otro nivel.
Los Ángeles: maestros de los dioses
Toei Animation
Por encima de los Dioses de la Destrucción están los Ángeles, entidades neutrales, sabias y prácticamente invencibles. Cada Hakaishin tiene asignado un Ángel asistente y maestro, encargado de entrenarlo, aconsejarlo y mantenerlo bajo control. El más conocido es Whis, el guía de Bills. Con su apariencia serena, su sonrisa constante y su bastón brillante, Whis parece inofensivo pero es mucho más fuerte que Bills.
El Gran Sacerdote: la voz del Todo
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En la cima de esta jerarquía está el Gran Sacerdote, conocido también como Daishinkan. Es el padre de todos los Ángeles y uno de los cinco seres más poderosos de toda la existencia. Su apariencia amable y su tono tranquilo esconden un poder que nadie se atreve a desafiar.
Zeno-sama: el Rey del Todo
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Zeno-sama, el Rey del Todo, no tiene rival. Es el soberano absoluto de los 12 universos, que originalmente eran 18, hasta que él mismo borró seis porque se aburrió. No es un guerrero ni un sabio: es un niño pequeño con la capacidad de destruir la existencia entera con un chasquido. Su poder está más allá de cualquier medición. Ni los dioses, ni los ángeles, ni el Gran Sacerdote se atreverían a cuestionar sus decisiones.
