La carrera de Jacob Elordi ha atravesado un notable proceso de expansión, pasando de Euphoria y The Kissing Booth a proyectos más complejos y arriesgados que le han permitido escapar del encasillamiento juvenil. En los últimos años, el actor australiano ha encontrado su lugar en narrativas más densas, como Saltburn o Priscilla, que han puesto a prueba su rango dramático y su capacidad para encarnar personajes perturbadores, ambiguos o directamente oscuros.
La película de terror de Jacob Elordi que resurge gracias al éxito de ‘Frankenstein’
Su más reciente transformación ocurre en Frankenstein, la ambiciosa adaptación de Guillermo del Toro que ya puedes ver en Netflix. Elordi interpreta nada menos que al monstruo de Mary Shelley, un papel que exige fisicalidad, sensibilidad y un registro emocional profundo. Este giro no surge de la nada: el actor lleva tiempo coqueteando con lo oscuro, y uno de los ejemplos más reveladores de esa inclinación es The Mortuary Collection.
Estrenada oficialmente en 2019, la película recupera el espíritu clásico de las antologías de terror con historias breves, macabras y conectadas por un anfitrión tan carismático como inquietante. Montgomery Dark, el excéntrico funerario de Raven’s End interpretado por Clancy Brown, relata a su posible nueva asistente, Sam (Caitlin Custer), cuatro historias de muertes extrañas ocurridas en el pueblo.
AMP International
La terrorífica antología que reveló el lado más monstruoso de Jacob Elordi
Cada relato es más siniestro que el anterior, reforzando la idea de que Raven’s End es un sitio donde los monstruos, ya sean reales o metafóricos, habitan bajo la superficie cotidiana. Elordi participa en uno de los segmentos más memorables, interpretando a un estudiante universitario cuya irresponsabilidad sexual lo condena a una grotesca “gestación monstruosa”, un castigo moral que mezcla horror corporal, humor negro y crítica social.
AMP International
El segmento protagonizado por Elordi destaca por su tono irreverente y porque permite al actor mostrar un registro distinto del que el público había apreciado hasta ese momento. Aquí, lejos del glamour adolescente, encarna a un joven arrogante que paga un precio visceral por sus decisiones impulsivas. Su participación, aunque breve dentro del conjunto, evidencia una intuición temprana por personajes que rozan la monstruosidad, ya sea física, ética o emocional.
La estructura de The Mortuary Collection se sostiene gracias a su división en tres partes, ubicado íntegramente dentro del mortuorio. En este espacio cargado de atmósfera gótica, Montgomery y Sam van revelando sus propios secretos, lo que añade una capa de tensión y ambigüedad moral que enriquece a la película. Esta combinación de historias independientes con un hilo conductor sólido recuerda a clásicos como Creepshow, pero con una estética más elegante y moderna.