Hay cintas ganadoras de un Premio Oscar que uno puede ver mil veces y, aun así, terminar llorando como si fuera la primera. Luz de luna de Barry Jenkins, con su viaje íntimo sobre identidad y dolor. Titanic de James Cameron que convirtió una tragedia real en un romance inolvidable. O La vida es bella, ese clásico italiano que mezcló ternura y horror de una manera que todavía estruja el alma.
Prime Video tiene varios títulos fuertes, pero pocos tan devastadores como este drama aclamado, ganador de dos premios de la Academia, que no le teme a los silencios ni a los momentos incómodos. De esos donde los personajes parecen cargar toneladas de emociones. Es una de esas películas que empiezan despacio pero cuando te das cuenta, ya estás dentro del dolor de los personajes, atado a ellos.
Un regreso obligado a un pasado insoportable
La cinta en cuestión es Manchester junto al mar, considerada por muchos como la película más conmovedora y triste. La historia gira en torno a Lee Chandler, un hombre que parece caminar por la vida como si todo pesara el doble. Es encargado de mantenimiento en Boston. Vive entre tuberías rotas, techos con goteras y los eternos reclamos de los inquilinos. Nada lo sorprende y nada lo emociona.
[FILMGRAB]
Pero su rutina se rompe cuando recibe una llamada: su hermano mayor ha muerto. Debe volver a Manchester junto al mar, su pueblo natal, para encargarse del funeral. Un lugar que dejó atrás con la intención de no volver jamás, porque ahí reside un pasado que lo destruyó por dentro.
Una vez en el pueblo, Lee recibe otra noticia. Su hermano lo nombró tutor de su sobrino Patrick, un adolescente de 16 años con enojo acumulado y un intento constante por aparentar que todo está bien. La dinámica rara, entre un hombre emocionalmente roto y un chico que se niega a aceptar la realidad, genera momentos tan humanos que duelen.
Heridas abiertas que nunca terminaron de cerrar
A medida que avanza la película, se desentraña el pasado de Lee. Y ahí es donde la historia pega con fuerza. No es un simple recuerdo doloroso. Es una tragedia que explica por qué se convirtió en un hombre incapaz de quedarse mucho tiempo en un mismo lugar, o de abrir el corazón sin sentir que algo podría romperse otra vez.
IMDb
Esa culpa profunda lo persigue en cada esquina del pueblo. Lo enfrenta con personas que preferiría no volver a ver. Lo obliga a mirar de frente los pedazos de una vida que alguna vez tuvo sentido. Y mientras organiza el entierro, debate con abogados, intenta entender a Patrick y lucha con sus propios demonios. La cinta muestra cómo el duelo no tiene una sola forma, ni un tiempo fijo, ni una solución perfecta.
Manchester junto al mar ganó dos Oscar, Mejor Actor para Casey Affleck y Mejor Guion Original, y no es casualidad. La película es honesta hasta lo incómodo. No embellece el dolor ni ofrece moralejas fáciles. Prefiere mostrar que, a veces, sobrevivir es lo único posible. Aunque no haya un final feliz y aunque seguir adelante signifique cargar con cicatrices que ya no sanan del todo.