El cine romántico tiene ese poder de quedarse pegado al corazón. Ahí están películas que nos han robado lágrimas y suspiros por igual: Titanic con amores imposibles, Diario de una pasión con encuentros que cambian vidas, y Perdidos en Tokio con despedidas que nadie quiere ver. Todo mundo recuerda esa sensación de quedarse viendo los créditos con un nudo en la garganta, pensando en lo injusto y maravilloso que puede ser amar a alguien.
Netflix tiene un montón de títulos así, de esos que parecen pensados para una tarde lluviosa, una cobija caliente y una taza chocolate. Historias dulces, trágicas e intensas, cada una con su propio estilo. Pero entre todas esas propuestas, hay una película española que brilla por una razón muy especial: su romance no solo es real, también fue prohibido, y encima cambió la historia.
Un amor que desafió más que miradas
Se trata de Elisa y Marcela, una película que rescata el primer matrimonio entre personas del mismo sexo ocurrido en España. Todo comienza en 1885, cuando Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se conocen en la escuela donde ambas estudian. Nada extraordinario a simple vista. Dos chicas compartiendo clases, tareas y secretos. Pero pronto, esa amistad inocente empieza a transformarse en algo más intenso e íntimo.
Netflix / No es cine todo lo que reluce
Lo complicado no era quererse sino vivir en una sociedad que consideraba ese amor una aberración. Así que deciden mantenerlo en secreto, entre pasillos, cartas escondidas y encuentros robados. Hasta que alguien se da cuenta.
Los padres de Marcela empiezan a sospechar de la cercanía entre ambas. Así que toman una decisión drástica: enviar a Marcela al extranjero, alejarla de Elisa, cortar el vínculo que creían "inadecuado".
La distancia no pudo contra el amor
Marcela pasa años fuera, intentando seguir con su vida, pero en el fondo lleva un vacío imposible de llenar. Y cuando finalmente regresa a casa, la reunión con Elisa es tan intensa que parece que el tiempo jamás pasó.
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Ambas saben que no quieren volver a separarse pero vivir juntas en un pueblo lleno de prejuicios no es tan simple como parece. Así que idean un plan tan arriesgado como valiente: Elisa desaparecerá por un tiempo, para luego regresar disfrazada de "Mario", una identidad masculina que le permitirá casarse legalmente con Marcela.
Un matrimonio que hizo historia
El 8 de junio de 1901, Marcela y Elisa, o mejor dicho, Marcela y "Mario", se casaron en una iglesia, convirtiéndose sin saberlo en la primera pareja del mismo sexo en España tras la era romana. Un acto que, más que un logro romántico, fue un acto revolucionario.
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Pero el cuento de hadas no duró mucho. La verdad empezó a salir a la luz. Lo que siguió fue una huida desesperada, llena de obstáculos, decisiones difíciles y un amor que se niega a apagarse incluso cuando el mundo entero parece empeñado en destruirlo.
Elisa y Marcela no es solo un romance histórico. Es un recordatorio del precio que muchas personas han tenido que pagar simplemente por amar. La película, filmada en un hermoso blanco y negro, tiene una sensibilidad íntima que acerca al espectador a cada suspiro, cada caricia escondida, cada momento de miedo y valentía.