Fue el sábado pasado cuando el Papa Leo XIV se reunió con una lista de actores, actrices y cineastas de Hollywood en la Ciudad del Vaticano para discutir sobre la influencia del cine en la actualidad, la vulnerabilidad del negocio y su función como reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Con invitados como Cate Blanchett, Viggo Mortensen, Monica Bellucci y Darren Aronofsky, el líder de la Iglesia Católica brindó un amplio discurso que dio la vuelta al mundo.
Entre los asistentes también se encontraron Greta Gerwig, Alba Rohrwacher, Spike Lee, Judd Apatow, Dave Franco, Leslie Mann, Alison Brie, Gaspar Noé y Albert Serra, por mencionar algunos; al igual que los jefes de diversos festivales de cine como los de Rotterdam, Toronto, Locarno y Sundance.
La misma semana que el Papa oriundo de Chicago seleccionó ¡Qué bello es vivir!, La novicia rebelde, Ordinary People y La vida es bella como sus cintas favoritas, también aprovechó para convocar a los líderes de la industria en una reunión inédita, aunque se desconoce cómo se curó dicha lista de invitados.
Papa Leo XIV reúne a decenas de actores para discutir el estado de la industria cinematográfica
Reuters
Durante su visita al Vaticano, el Papa Leo XIV le pidió a los integrantes de la industria que continúen su trabajo como “peregrinos de la imaginación” para ayudar a “llevar esperanza” a diversas partes del mundo sin apartarse de lo que sucede en realidad: “La violencia, pobreza, exilio, soledad, adicción y guerras olvidadas son problemas que necesitan ser reconocidos y narrados. El buen cine no se aprovecha del dolor; lo reconoce y lo explora. Esto es lo que los mejores directores han hecho”.
El Pontífice señaló que “Algunos están diciendo que el cine como arte y la experiencia cinematográfica están en peligro. Le imploro a las instituciones que no se den por vencidas, sino que cooperen en afirmar el valor sociocultural de esta actividad”. Tras un discurso de 15 minutos, el Papa recibió a cada uno de sus invitados, empezando por Blanchett, la actriz ganadora del Oscar por Blue Jasmine.
Spike Lee, el director originario de Nueva York, le obsequió al Papa Leo XIV un jersey de los New York Knicks con el número 14 y el nombre Pope Leo grabado en la parte posterior, mientras que fue la actriz australiana quien le regaló un brazalete tejido que ella usa “en solidaridad con las personas que han sido desplazadas”. La ceremonia fue aplaudida por todos los presentes, quienes celebraron la mención del estadounidense sobre la “amplia dedicación” de todos los que trabajan frente y detrás de la cámara.