Olvídate de 'Million Dollar Baby': el thriller de Clint Eastwood que es su verdadera obra maestra (y nadie menciona)
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Si creías que ya habías visto lo mejor de Clint Eastwood, dale una oportunidad a esta cinta. No solo es uno de sus filmes más complejos, sino que es una clase maestra de cine.

Hay películas que se quedan grabadas en la memoria colectiva por la emoción de sus escenas finales o por la fuerza de sus actuaciones. Million Dollar Baby es una de ellas: un golpe al corazón, directo y devastador, que puso a Clint Eastwood y a Hilary Swank en lo más alto de sus carreras. Pero hay otra cinta en su filmografía, mucho más oscura, mucho más incómoda y, para muchos, aún más perfecta.

Es una película que no suele ocupar los primeros lugares cuando se habla de las obras de Eastwood, tal vez, porque duele demasiado. La cinta se centra en las grietas profundas de tres vidas marcadas por un trauma que jamás sanó. Es un thriller que desde el primer minuto hunde en la incertidumbre, en el miedo y en la pregunta eterna de si el pasado realmente puede dejarse atrás.

Río Místico
Río Místico
Fecha de estreno 5 de diciembre de 2003 | 2h 17min
Dirigida por Clint Eastwood
Con Tim Robbins, Kevin Bacon, Laurence Fishburne
Medios
4,6
Usuarios
2,8
Ver en HBO MAX

Un secuestro, tres vidas rotas y un destino que nunca se reparó

Esa película es Río Místico, uno de los trabajos más brutales y emocionalmente demoledores de Clint Eastwood. La historia arranca en el verano de 1975, en un vecindario de Boston donde tres niños, Dave Boyle y sus amigos Jimmy Markum y Sean Devine, juegan en la calle como cualquier otro día. Todo cambia en un instante cuando dos hombres se detienen, convencen a Dave de subir al auto y lo secuestran.

IMDb / Chlotrudis Society for Independent Film

Durante días, el niño soporta abusos que dejarán marcas imposibles de borrar. Aunque logra escapar, Dave nunca vuelve a ser el mismo. Mientras Jimmy y Sean continúan con sus vidas, él queda atrapado en un limbo emocional que lo acompaña hasta la adultez. Y años después, la tragedia vuelve a unirlos de la peor manera.

Un asesinato rompe la barrera del tiempo

Ya adultos, cada uno ha tomado un camino distinto. Jimmy (Sean Penn) es un exconvicto con una familia que intenta proteger a toda costa, Sean (Kevin Bacon) es ahora detective de homicidios y Dave (Tim Robbins) vive cargando el peso de un pasado que nunca pudo procesar.

IMDb

La calma relativa se rompe cuando Katie, la hija de Jimmy, aparece brutalmente asesinada. Y para complicarlo todo, uno de los principales sospechosos es Dave, el mismo niño que un día fue víctima y que ahora parece ocultar secretos que nadie puede descifrar.

Sean, encargado de la investigación, queda atrapado entre su deber como policía y su viejo vínculo con Jimmy y Dave. Cada avance en el caso abre puertas que los tres preferirían mantener cerradas. Y el barrio entero parece sumergirse en una tensión insoportable: rumores, sospechas, silencios que pesan más que las palabras.

Una espiral emocional sin salida

Lo fascinante y cruel de Río Místico es que no se enfoca en el misterio del crimen como cualquier thriller tradicional. Eastwood dirige la cámara hacia las consecuencias: el dolor, las reacciones extremas, la fragilidad de la memoria y esa manera en que la violencia pasada termina infiltrándose en todo lo que toca.

Aunque Río Místico recibió elogios, premios y dos Oscar para Penn y Robbins, con el tiempo quedó un poco opacada por otros trabajos de Eastwood. Quizás porque no ofrece consuelo o porque su final te deja sin aire, preguntándote si realmente conoces a las personas que amas. Pero quienes la han visto saben que es, probablemente, una de sus películas mejor construidas.

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