A lo largo de cuatro décadas, Michelle Pfeiffer se ha consolidado como una de las figuras más atractivas y respetadas de Hollywood. Desde su explosiva presencia en Scarface de Brian De Palma hasta la fantasía oscura de Stardust dirigida por Matthew Vaughn o en el thriller psicológico What Lies Beneath que filmó con Robert Zemeckis, Pfeiffer siempre aporta elegancia, matices y un magnetismo que pocos actores pueden igualar.
Esa combinación de talento, carisma y precisión interpretativa también la ha llevado a colaborar con algunos de los realizadores más influyentes del cine contemporáneo, desde Tim Burton en Batman Returns hasta Darren Aronofsky en Mother!. Su filmografía es una muestra constante de riesgo y reinvención, razón por la cual cada nuevo proyecto suyo genera expectativas.
Michelle Pfeiffer conquista Prime Video con el estreno de esta película navideña
Ahora, Pfeiffer vuelve a colocarse en el centro de la conversación con ¡Vaya Navidad!, la nueva película navideña de Prime Video que no solo se posicionó como la número uno en México, sino que también ha conectado con un público que reconoce en la actriz un tipo de sensibilidad difícil de encontrar en el cine festivo actual.
Pfeiffer interpreta a Claire Clauster, una mujer que ha dedicado décadas a sostener el espíritu navideño de su familia entre preparativos, cocina, compras, decoraciones y esa interminable lista de tareas que, usualmente, se asume como responsabilidades automáticas de las madres. La película abre con un momento revelador: un estallido emocional que deja claro que Claire ya no está dispuesta a cargar sola con el peso de unas tradiciones que benefician a todos menos a ella.
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‘¡Vaya Navidad!’ y el caos familiar como espejo emocional
Desde ese punto, la historia retrocede algunos días para mostrar la llegada de sus hijos adultos, cada uno con conflictos personales que van alimentando la frustración de Claire. Channing, interpretada por Felicity Jones, llega acompañada de su esposo Doug, mientras que Taylor, encarnada por Chloë Grace Moretz, aparece con su nueva novia, DJ Sweatpants. El menor de la familia, Sammy, interpretado por Dominic Sessa, llega devastado tras una ruptura amorosa. A ello se suma la tensa rivalidad con su vecina Jeanne (Joan Chen), cuyo perfeccionismo navideño se convierte en un disparador más en el creciente estrés de Claire.
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La película, dirigida y coescrita por Michael Showalter, muestra el caos familiar con una energía que mezcla humor, enredos y una crítica directa a la falta de reconocimiento hacia las madres durante las fiestas. En el primer acto, Claire se mueve de un pendiente a otro, invisible para los demás, mientras organiza comidas, limpia desastres y resuelve problemas. Showalter construye este torbellino cotidiano con el ritmo de una comedia, pero con el trasfondo amargo de una rutina que ha dejado de tener sentido para ella.
El gran acierto de ¡Vaya Navidad! llega en los momentos en los que Claire se enfrenta a su hija mayor, Channing. La dinámica entre ambas revela heridas profundas debido a que Claire nunca ha reconocido del todo los esfuerzos de Channing como madre y esposa, mientras permite que sus otros hijos reciban más indulgencia. Las escenas entre Pfeiffer y Felicity Jones contienen la emocionalidad más honesta del filme y le otorgan una fuerza dramática que equilibra las partes más ligeras de la trama.
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A pesar de sus tropiezos narrativos, la película ofrece un mensaje entrañable sobre el agotamiento, la necesidad de apoyo y la importancia de reconocer el trabajo invisible que sostiene a tantas familias. Y, sobre todo, recuerda por qué Pfeiffer sigue siendo una de las grandes intérpretes de su generación, incluso en una comedia navideña que logra infundir verdad, chispa y humanidad a un personaje que podría haber sido una simple caricatura.