El universo de Fallout ha cautivado a millones desde los videojuegos hasta la serie original de Prime Video que acaba de estrenar este 16 de diciembre su tan esperada segunda temporada y que trae de regreso a Ella Purnell, Aaron Moten, Kyle MacLachlan, Moisés Arias y Walton Goggins.
Tanto en la serie como en los videojuegos de Fallout, las bóvedas son búnkers que son un elemento crucial en la trama, sin embargo, un historiador nuclear explicó que en la vida real estos búnkeres no funcionan como la serie nos lo presenta.
Tanto los juegos como la serie, comienzan en una bóveda, los cuales representan búnkeres especiales que han protegido a las personas después de la Gran Guerra de 2077 causada por armas nucleares. Dentro de la trama existen bóvedas en las que la gente ha pasado incluso décadas sin siquiera ver la superficie.
En un vídeo de YouTube de WIRED, el historiador de ciencia que se ocupa de la tecnología nuclear, Alex Wellerstein, respondió a varias preguntas sobre armas y las guerras nucleares, entre ellas sobre la serie Fallout y los refugios nucleares.
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No podrías estar ni dos semanas dentro de un búnker, explicó el experto nuclear
En el video responde la pregunta de cuánto tiempo se quedaría dentro de un refugio después de una guerra nuclear. Dentro de la serie estos búnkeres se llaman Vaults y son lugares en donde incluso te podrías quedar hasta unos 100 años.
En la vida real, el tiempo que una persona podría permanecer en un búnker de este tipo varía según el nivel de radiación. De acuerdo con la explicación de Alex, estas estructuras fueron diseñadas en la vida real para resguardar a la gente durante unas dos semanas, o incluso menos. Como referencia, se muestra un letrero usado en la década de 1960 para identificar los espacios considerados seguros.
Al igual, Wellerstein explica que los búnkeres nucleares no se construyeron precisamente para proteger a las personas del impacto de un arma nuclear, más bien de la radiación que se genera después.
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Los búnkeres en 'Fallout'
Dentro de la serie, estas estructuras son tan especiales ya que la mayoría de las bóvedas no se construyeron precisamente con el objetivo de proteger a la humanidad de las amenazas de la guerra, más bien, la mayoría formaba parte de experimentos sociales e inhumanos que actuaban como grupos de control, sobre el comportamiento de personas de diferentes orígenes en un mismo espacio.
Alex Wellerstein explico que, el mayor peligro de la radiación radiactiva se produce durante las dos primeras semanas y, tras este periodo, se reduce a aproximadamente el 1 % de su nivel de radiación original.
"Debe ser un lugar que interponga la masa, idealmente hormigón o tierra, entre usted y el mundo exterior, de modo que, si caen partículas radiactivas, haya algo entre la persona y las partículas que reduzca la cantidad de radiación".