Cada reunión familiar es un campo minado para Johanne, una enfermera de poco más de 30 años interpretada por Ida Elise Broch en Navidad en casa, la serie de Netflix ideal para estos días previos a la Navidad. Las preguntas se repiten como un ritual inevitable, sobre todo la más temida: “¿Cuándo llegará por fin el novio?”. Cansada de justificarse, decide mentir y anunciar que sí tiene pareja y que la llevará a la cena de Navidad. El único problema es evidente: ese novio no existe.
Para sostener la farsa, Johanne se lanza a una carrera desesperada contra el calendario y empieza a salir con distintos hombres. Lo que podría parecer el punto de partida de una comedia romántica tradicional se convierte en una sucesión de encuentros incómodos, fugaces y, a menudo, desastrosos. La serie encuentra humor en estas citas fallidas, pero nunca pierde de vista la presión social que empuja a su protagonista a justificarse constantemente.
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Una serie que oscila entre la comedia navideña y el drama cotidiano
La producción noruega se sitúa en un punto intermedio entre la ligereza y la melancolía. Hay momentos cómicos, sobre todo en los choques románticos de Johanne, pero también hay espacio para temas más serios: relaciones que se desgastan, diferencias de edad difíciles de asumir, duelos amorosos y la soledad de quienes quedan fuera de los planes familiares durante las fiestas.
Uno de los aciertos de Navidad en casa es mostrar lo poco empático que puede ser el entorno más cercano. Familia, amigos y colegas opinan, presionan y juzgan sin medir el impacto emocional. Algunas escenas, precisamente por su naturalismo y falta de dramatización excesiva, resultan más dolorosas que muchos melodramas explícitos, porque se sienten reales y reconocibles.
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‘Navidad en casa’: una serie reconfortante por su honestidad
La serie, conformada por 3 temporadas y 20 episodios, no cae en el discurso de que el amor romántico es la única meta válida. A través de personajes secundarios, plantea modelos de vida alternativos: personas que no tuvieron hijos, relaciones que no estaban destinadas a durar y elecciones vitales que se salen del guion tradicional. El mensaje es claro: no todo lo que se desvía del ideal navideño es un fracaso.
Navidad en casa demuestra que sobrevivir a la familia en estas fechas puede ser más complicado que encontrar pareja. Sin excesos ni artificios, la serie acompaña a Johanne en su cotidianidad, recordándonos que la vida, incluso en Navidad, mezcla belleza y tristeza a partes iguales. Más que una fantasía festiva, es una compañía sincera para quienes no encajan del todo en el molde navideño.