Desde hace un par años, Dragon Ball ya no solo vive en el anime y el manga, también se ha a movido a los memes, clips virales y bromas internas que los fans de Akira Toriyama entienden a la perfección. Algunos nacen como simples chistes y otros crecen a tal nivel que terminan influyendo en cómo vemos a los personajes. Sobre todo, ocurre cuando hablamos de relaciones emocionales que, aunque no sean "oficiales", se sienten más reales que muchas otras.
Uno de los ejemplos más claros es la relación entre Gohan y Piccolo. Desde Dragon Ball Z, los fans han debatido algo que empezó como broma y terminó como convicción colectiva: Piccolo fue más padre para Gohan que Goku. Lo entrenó, lo cuidó, lo regañó, lo protegió y, sobre todo, siempre estuvo ahí cuando más importaba.
Durante años, eso se quedó en memes, comentarios irónicos y comparaciones que son dolorosamente ciertas. Pero entonces llegó una película que decidió no esquivar el tema e ir directo a lo que los fans querían, haciéndolo canon de la forma más clara posible.
El regaño que lo dice todo
Hay una escena clave en Dragon Ball Super: Super Hero que encendió todas las alarmas fanáticas. Piccolo aparece molesto, frustrado, regañando a Gohan por haber dejado de entrenar. Parece no ser nada nuevo, hasta que el contexto lo cambia todo.
Toei Animation
Gohan ahora es padre y tiene una hija, Pan. Y aun así, ha decidido priorizar su investigación académica, estudiando hormigas, por encima del entrenamiento y, peor aún, por encima de sus responsabilidades cotidianas. Piccolo no solo lo enfrenta como guerrero, sino lo hace como adulto.
Le reclama no estar listo, por haber bajado la guardia y no haber estado al pendiente de Pan. Mientras tanto, ¿quién se encarga de ella? Pues Piccolo.
El meme que se volvió realidad
Durante años circuló un meme entre los fans: "Piccolo es el verdadero padre de Gohan". Con el tiempo, la broma cambió, diciendo que a Gohan "le importan más las hormigas que entrenar", mientras Piccolo carga con todo lo demás.
Toei Animation
Super Hero no solo reconoce ese contraste, lo convierte en parte central de la trama. Piccolo cuida más a Pan, la entrena, la protege y se preocupa por su futuro. Y ahora, Piccolo es quien empuja a Gohan a despertar, una vez más, el poder que lleva dentro. Si eso no es ser padre, se le parece demasiado.
Pan, el nuevo espejo de Gohan
La relación entre Piccolo y Pan es clave para entender por qué esta película llegó con tanta fuerza. Pan representa exactamente lo que Gohan fue alguna vez: una niña con un potencial enorme, pero rodeada de un mundo que puede volverse peligroso en cualquier momento.
Piccolo no está dispuesto a que se repita la historia y por eso se involucra. No porque tenga la obligación, sino porque entiende algo que Gohan parece haber olvidado: el peligro no avisa. Y el poder que no se entrena, se pierde. Ese paralelismo es devastador y brillante.