Hablar de la carrera de Denzel Washington es hablar de talento y presencia absoluta en pantalla. Durante décadas, el actor estadounidense ha construido una filmografía sólida y poderosa, alternando entre dramas, thrillers, biopics y cine de autor sin perder nunca su identidad. No importa si interpreta a un héroe en El justiciero, a un villano en Día de entrenamiento o a alguien moralmente cuestionable en Protegiendo al enemigo: siempre domina la escena.
Lo más impresionante de Denzel no es solo su capacidad actoral, sino la naturalidad que transmite. Hay actores que necesitan grandes discursos pero él lo logra con una mirada. Por eso, cuando se habla de sus mejores trabajos, la lista es larga. Cada fan tiene su favorita, pero hay una película en particular que suele aparecer en todas las conversaciones serias sobre su legado.
El ascenso de un imperio criminal
Dirigida por Ridley Scott, Gánster americano nos transporta al Nueva York de finales de los años 60, un momento clave para el crimen organizado. La ciudad vivía un situación frágil entre mafias, hasta que la muerte repentina de Bumpy Johnson deja un vacío de poder peligroso.
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Ese momento es presenciado por Frank Lucas, el leal chofer de Johnson, interpretado por Washington. Mientras otros delincuentes se apresuran a pelear por el control de la ciudad, Lucas decide hacer algo distinto: aplicar la estructura, disciplina y visión de su mentor, pero llevándola a un nivel mucho más grande y sofisticado.
Su jugada maestra es establecer una ruta directa de contrabando de heroína desde Bangkok, eliminando intermediarios y usando aviones militares estadounidenses que regresan de Vietnam. El resultado es un imperio criminal tan eficiente que desestabiliza por completo el sistema.
Dos hombres, dos códigos
El crecimiento de Frank Lucas no pasa desapercibido. Su operación pone en alerta a todas las agencias de seguridad del país y da origen a una Fuerza Federal de Investigación de Narcóticos. Al frente está Richie Roberts, un detective incorruptible interpretado por Russell Crowe.
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La película se convierte entonces en un duelo silencioso entre dos hombres con códigos muy distintos, pero una obsesión en común: hacer las cosas "a su manera". Lucas no se ve a sí mismo como un villano tradicional. Roberts se considera es un policía que lucha contra la corrupción dentro y fuera de la ley. No es una historia de buenos contra malos, sino de principios.
Una película que envejece como clásico
Desde su estreno en 2007, Gángster Americano se ganó más prestigio con el paso del tiempo. Su ritmo, su fotografía, su guion y su enfoque adulto del crimen la han colocado como una de las grandes películas del género y, para muchos, como una de las mejores cintas de las últimas décadas.
La cinta está disponible en HBO Max y es una excusa perfecta para revisitarla o descubrirla por primera vez. No es una película ligera ni de fondo. Es de esas que se ven con atención, que exigen tiempo y da una recompensa al espectador.