John Lasseter emitió un comunicado ayer por la tarde al staff de Pixar y Disney en el que expone que recientemente ha tenido una serie de conversaciones bastante dolorosas “porque nunca es fácil enfrentar tus errores”. Acepta, además, que es posible que su conducta haya hecho sentir incómodos a algunos, pero que nunca fue su intención. La misiva concluye anunciando la decisión de dejar su puesto para tomar seis meses sabáticos y disculpándose “con cualquiera que haya recibido un abrazo no deseado o cualquier otro gesto que, sin importar su forma, se haya interpretado como fuera de lugar.”
Poco tiempo después The Hollywood Reporter publicó un artículo en el que afirma que la actriz y escritora Rashida Jones renunció después de que Lasseter se le insinuara (versión que fue negada horas después al mencionar que abandondó Toy Story 4 por diferencias filosóficas). Aunque ni ella ni Disney han querido pronunciarse al respecto y la empresa afirma que sólo es una cuestión de diferencias creativas, aparentemente son varios los empleados que opinan que si bien Lasseter es famoso en Hollywood por repartir abrazos, en Pixar es conocido por tocar, besar y piropear a sus empleadas.
Mientras muchos sospechan que es posible que este asunto del acoso sexual en Hollywood esté empezando a tomar tintes de cacería de brujas y que es muy probable que se esté exagerando con respecto a la conducta del cofundador de Pixar, un exempleado de la compañía comentó que el recurrir a un periodo sabático le parecía ridículo y que en su misiva, Lasseter trivializaba su conducta: “Decir que todo es cuestión de abrazos no deseados es denigrante. Sí sólo se tratara de abrazos, no hubiera tenido que dejar su puesto”, comentó a la publicación.