Cuando Liz Hannah terminó de escribir Los oscuros secretos del Pentágono sobre la mesa de su cocina, nunca se imaginó que poco tiempo después su guion estaría en manos de Steven Spielberg, Tom Hanks y Meryl Streep. Hoy, la cinta es una realidad que parece hecha a la medida para llevarse el Oscar. No sólo cuenta con dos de los mega consentidos de la Academia entre sus protagonistas, también su historia, centrada en la libertad de expresión y la igualdad de géneros, seguramente tendrá un impacto rotundo ante la situación política y social actual de Estados Unidos.
Los oscuros secretos del Pentágono cuenta la historia de Kay Graham (Meryl Streep), que en 1971 durante el escándalo de los Pentagon Papers, era la primera mujer a cargo de uno de los más importantes diarios norteamericanos: el Washington Post. Graham y su editor, Ben Bradlee (Tom Hanks) intentan ganarle la historia al New York Times, sobre unos papeles que revelan que secretos del gobierno que involucran a cuatro presidentes a lo largo de tres décadas, lo que pone en riesgo no solo a sus carreras, sino a la existencia misma del periódico.
Esta es la primera vez que Hanks, Streep y Spielberg colaboran en una película. Spielberg incluso dejó a una lado el proyecto en el que su equipo estaba trabajando para meterse de lleno en la pre-producción de la cinta. “Esto no podía esperar” -dijo después de una proyección especial de la cinta para la prensa y miembros de la Academia que se hizo a mediados de noviembre.
Todo apunta a que Los oscuros secretos del Pentágono, con cinco nominaciones a los Globos de Oro por guión, mejor actriz, mejor actor, director y mejor película, será la oportunidad para que alguno de los miembros de esta triada dorada vuelva a hacerse de un Oscar. Con 21 nominaciones y tres premios la más segura es Meryl Streep, que es nominada hasta por estornudar. Sería una muy agradable sorpresa volver a ver a Tom Hanks recogiendo la estatuilla por tercera vez después de 17 años, sobretodo por que su personaje está muy alejado de los roles que interpreta normalmente. De Spielberg no sabemos; la Academia igual lo ama que lo odia, pero quizá también lo tome en cuenta por haberse salido de su acostumbrada zona de confort.