El tsunami generado por los movimientos feministas de Hollywood #MeToo y #TIMESUP, repercutió también en los premios Goya 2018. A horas de su celebración programada para el sábado 3 de febrero, la Asociación de Mujeres Cineastas, conocida bajo las siglas CIMA, anunció que repartirá abanicos rojos con la leyenda “Más Mujeres”, para protestar por la desigualdad entre nominados a la 32 edición de la máxima gala del cine español:
Aunque dos de los filmes que aspiran a Mejor película están dirigidas y escritas por mujeres -cinco en toda la historia de los premios-, sólo hay un 27% de mujeres nominadas y en ocho categorías... no hay ni una sola.
Este objeto, al igual que los botones "TIMES UP" repartidos durante los Globos de Oro, se repartirán como una acción organizada para pedir igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres de la industria en aquél país.
Al anuncio, se suman las declaraciones de Isabel Coixet, nominada al Goya a la Mejor dirección por su película La librería, publicadas en el diario El País, donde manifestó la existencia de burlas y trabas a lo largo de su carrera por el simple hecho de ser mujer.
Ahora que se acerca la entrega de los premios Goya, confieso que a mí se me había ocurrido una manera de llamar la atención sobre la desigualdad, el acoso, y por qué no, la tiranía de la alfombra roja, que obliga a las mujeres a ponerse de tiros largos mientras hacen equilibrios en tacones imposibles, cuando los hombres con el uniforme de esmoquin ya tienen bastante: ir todas en pijama y zapatillas y sin maquillar, que me parecía un poco más divertido que ir de negro con un modelo prestado de 10.000 euros
Escribió textualmente en el mencionado periódico, sumándose al espíritu de inconformidad, polémica que envolverá la gala.
¿Sucederá algo similar en México?