The Let Down podría traducirse en algo así como ‘la decepción’. Y es que desde que nos ponen una muñeca en los brazos a las mujeres se nos vende la idea de que la maternidad es un momento mágico, perfecto, glorioso, de paz, tranquilidad y felicidad extremas… y la realidad nunca es como la pintan.
Producida en Australia y escrita por Sarah Scheller y Alison Bell, quien interpreta a Audrey, la protagonista, The Let Down es un excelente retrato de los retos que conlleva convertirse en madre en el siglo 21, que a veces de tan trágicos, terminan por ser cómicos. Audrey es una orgullosa y reciente madre que ha decidido dejar su carrera para dedicarse de lleno a cuidar a su bebé. La falta de sueño, el cansancio extremo, la imposibilidad de tener sexo con su marido, la leche que se escurre por su blusa y la falta de apoyo de su pareja, familia y amigos, sumados a la avalancha de hormonas, la pérdida de memoria y la depresión post-parto, son cosas de las que nadie le advirtió cuando decidió ser madre.
Por suerte, Audrey se une a un grupo de ayuda en el que conocerá a otras mujeres que tienen los mismos problemas y otros más, algunos incluso peores que los de ella. Juntas van navegando por esta nueva vida en la que a los retos de tener un hijo se suma el intento incesante de cumplir con la expectativa social y la competencia por ser una madre perfecta: comer vegano y sin gluten, no beber café ni alcohol, nunca perder la paciencia, leer una cantidad exorbitante de libros (que se contradicen), recuperar la figura, mantener la llama viva con la pareja, cuidar las amistades, y todo sin dejar de sonreír. Como muchas, Audrey sabía que un bebé le cambiaría la vida… pero nunca se imaginó a qué grado.