La ciencia ficción ha estado presente en la industria cinematográfica desde los años 50, aunque obviamente, desde entonces a la fecha, los efectos especiales y la manera de contar estas historias han evolucionado gracias a la tecnología. Ya hemos sido testigos de increíbles adaptaciones literarias a la pantalla grande, entre las que destacan Blade Runner (1982), dirigida por Ridley Scott y basada en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, o Stalker (1972), a cargo de Andrei Tarkosky e inspirada en el cuento de Arcadi y Boris Strugatski, Picnic Extraterrestre. La lista podría extenderse hasta terminar en debate cinéfilo, pero en esta ocasión debemos (o necesitamos) hablar de Mortal Engines, la adaptación de la saga literaria escrita por Philip Reeve que será llevada a la pantalla grande por el cineasta y productor Peter Jackson.
Mortal Engines, novela de steampunk (subgénero de la ciencia ficción), plantea un escenario post-apocalíptico en el que el mundo sufrió una guerra infalible, la cual orilló a varias ciudades a instalar ruedas bajo su tierra con el fin de convertirse en ciudades nómada. Su objetivo es ir de civilización en civilización saqueando y aprovechando recursos que les ayuden a sobrevivir en medio del 'darwinismo municipal' que se ha instaurado. La película será protagonizada por Hera Hilmar (El quinto poder, Anna Karenina) y Robert Sheehan (Geostorm, Cazadores de sombras: Ciudad de Hueso). Ella es una joven rebelde que busca vengarse de un despiadado villano y él es un aspirante a historiador.
El encargado de llevar el mundo de Mortal Engines a la pantalla grande es Peter Jackson, cineasta cuya experiencia con Sector 9 (2009), la saga de El señor de los anillos (2001-2003) y El Hobbit (2012-2013) lo califican, sin duda, como la mejor opción de nuestros tiempos – junto a Ridley Scott y Denis Villenueve – para crear un universo de ciencia ficción que envuelva al espectador. Jackson será el encargado del guion y la producción junto a Fran Walsh y Philippa Boyens. La sorpresa es que Christian Rivers, que hasta ahora había trabajado exclusivamente en el departamento de efectos visuales de películas como King Kong (2005) y El Hobbit: un viaje inesperado (2012), debutará como director.