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    'Honey Boy': Las diferencias entre la ficción y la vida real de Shia LaBeouf

    Resulta toda una catarsis para el actor y el espectador.

    Honey Boy: Un niño encantador llega por fin a cartelera nacional después de un largo trayecto en los más prestigiosos festivales de cine en el mundo, incluido el Festival Internacional de Cine de Los Cabos. El filme es dirigido por Alma Har'el, quien debuta en un largometraje de ficción, ya que anteriormente había hecho documental. Es una tremenda catarsis para su protagonista Shia LaBeouf, ya que aparte de estelarizarla y ser el guionista, es un relato autobiográfico de la infancia y juventud del actor. La problemática paternal con la que lidió por años e incluso él interpreta a su propio padre, mientras Noah JupeLucas Hedges le dan vida a Otis, el alter ego de LaBeouf en distintas etapas de su vida.

    El discurso de LaBeouf sirve como sanación y redención para sus demonios y a la vez es un retrato puntual y descorazonador acerca de la paternidad. En Honey Boy los personajes y el entorno en el que viven son recreaciones, narrando el inicio como estrella infantil de cine de Otis Lort y su padre James, pero ¿qué tan apegado está la película a lo que vivió Shia en la realidad?

    Definitivamente hay libertades creativas, pero las acrobacias como stunt en Hollywood, los arrestos, la clínica de rehabilitación, o su popularidad como estrella de películas de acción nos pueden dar un panorama mucho más amplio. Este texto sirve como un mapa situacional acerca del paralelismo entre el filme y lo que Shia vivió o por lo menos que se hizo del dominio público.

    ¿DÓNDE EMPIEZA Y TERMINA LA FICCIÓN?

    Primero hay una obvia diferencia entre las fechas narradas en Honey Boy y lo que sucedió realmente en la carrera de LaBeouf. En el filme hay dos años muy importantes para Otis: 1995, cuando iniciaba su carrera, y 2005, cuando se encuentra en el mejor momento como actor de películas de acción, aunque posteriormente tiene que acudir a una clínica de rehabilitación por indicación del tribunal gracias a los arrestos por uso de sustancias prohibidas.

    En la vida real LaBeouf tenía sólo nueve años en 1995 y hasta finales de los 90 fue cuando tuvo sus primeros trabajos dentro del cine. En el 2000 fue cuando Shia protagonizó Transformers y a partir de ahí participo tres entregas y su popularidad estaba en los cuernos de la Luna. Desde ese año hasta el 2017 ocurrieron muchos hechos personales en la vida del actor que en el filme se resumen durante 2005. Lo cierto es que las fechas no son realmente importantes, ya que la inspiración para escribir Honey Boy surgió hace un par de años, haciendo a un lado la temporalidad, ya que tampoco se trataba de una autobiografía per se.

    La mayor referencia que existe a la época de Transformers es la escena que incluso sale en el tráiler, cuando Lucas Hedges sale volando por los aires debido a una explosión en el set mientras graba una secuencia de la película. En esta parte del filme, Otis lidia con la clínica de rehabilitación, su incapacidad social e insatisfacción crónica. En muchas declaraciones de LaBeouf confesó no haber necesitado doble en las secuencias de acción y haber hecho las escenas de riesgo por sí mismo.

    Por otro lado, su reputación con la prensa y su selección de proyectos con directores con Lars von Trier (Nymphomaniac), Fredik Bond (The Necessary Death of Charlie Countryman) e incluso haber protagonizado el video de la cantante Sia titulado: Elastic Heart, lo etiquetaron como uno de los rebeldes de Hollywood e incluso estaba más interesado en escandalizar por ser diferente e incendiario, que por los proyectos en los que participaba.

    Shia LaBeouf fue en efecto hijo único, con padres divorciados y su papá trabajó con él en los sets de varios filmes. Su padre fue adicto al alcohol y drogas, siendo el actor quien declarara haberlo acompañado varias veces a sus juntas de rehabilitación. También fue veterano de guerra en Vietnam, al igual que James en el filme y de la misma manera hacía acrobacias vestido de payaso. Ambos vivían en un motel. Todo esto sucede en Honey Boy.

    Por otro lado, Shia fue arrestado por faltas a la autoridad y por estar alcoholizado en Georgia en 2017, además de varios incidentes con las autoridades. En el caso mencionado enfurece con un policía haciéndole un comentario racista. En el filme Otis tiene un escenario parecido con la autoridad, sin mostrar estos rasgos violentos y comentarios desafortunados como el actor hizo en la vida real. Ahora, esto quizá podría volver a LaBeouf un hipócrita en su discurso, pero realmente no. Otis, está lleno de defectos, pero hace una calca a su manera de los casos reales de la vida del actor.

    Independientemente de si es sólo una percepción del actor o una realidad, en el guion de LaBeouf tampoco condena a su padre o lo juzga, sino lo retrata con los posibles detalles que recuerda, haciéndolo un hombre imperfecto y tóxico en muchos sentidos. De la misma manera, lo pone tan cariñoso y preocupado como pudiera serlo cuando su cordura se lo permitía. El amor nunca lo pone en duda, las pocas armas con las que contaba su padre para defenderlo y cuidarlo sí las expone, pero las deja al aire para que el espectador decida qué hacer con este relato.

    El título Honey Boy incluso viene de un cariño que el padre de LaBeouf solía decirle de pequeño. La película fue escrita durante la rehabilitación de Shia y cuando le contó sobre el filme a su padre tenía más de siete años sin hablar con él. ¡Vaya expiación!

    Honey Boy ya está en cartelera nacional.

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